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Cómo derrotar al independentismo en las urnas

Representantes de La Lliga Democràtica Foto: La Lliga

Cómo derrotar el independentismo en las urnas es, además de una reflexión permanente que deberían hacer los políticos que no lo son, el título del reciente libro de Carles Castro (ED Libros). Carles Castro, sin duda el mayor experto en sociología electoral catalana, parte de un exhaustivo análisis de los resultados electorales en Cataluña, tanto en generales como en autonómicas, para concluir con una «formula» para, al menos, alimentar la esperanza de una posible derrota electoral del independentismo. En síntesis su «formula» se fundamenta en la aparición de una nueva fuerza política de catalanismo moderado de centro derecha que complementase la tercera vía que desde la izquierda representa el PSC. Esta nuevo fuerza, partido o coalición electoral, sería el resultado de reunir, algo que se esta gestando, a los que desde CIU ya se descolgaron de la deriva independentista, Units perAvançar, Lliures, los más recientemente incorporados en ese espacio político, La LLiga Democrática, así como diversas iniciativas como Treva i Pau y Converses de Catalunya que precisamente este lunes realizan un acto en el Cercle de Economía para lanzar sus propuestas. Pero no sólo eso, también considera indispensable incorporar personas que se han desenganchado del independentismo por los acontecimientos de los últimos años, básicamente los asistentes a Poblet provenientes del PDCAT. Otorga a esta hipotética fuerza electoral, si tiene financiación y un líder con ascendente en esos sectores sociales, unos 700.000 votos, 400.000 que votaron a Ciudadanos el 21D por las circunstancias excepcionales del momento y que ahora buscarían una salida dialogada, y 300.000 entre los independentistas coyunturales, moderados y no hispanofóbicos.  Eso, según Castro, podrían ser entorno a 10-15 diputados que más los 25-30 del PSC podrían llevar a esa «Tercera Vía» a ser determinante en la formación del nuevo gobierno con la abstención de PP y Cs, ahora parece que en coalición, e incluso de los Comunes. Todo ello sujeto a ver que partidos se van a ver más afectados por la segura caída de la participación electoral.

Las encuestas actuales no recogen a una fuerza política de estas características, por ejemplo la de hoy de GESOP para El Periódico y, por tanto, no tenemos elementos actualizados para confirmar esa tesis. Tampoco recogen la anunciada coalición electoral Cs-PP, ni una posible presentación de Valls.  Pero todo indica que tras el derrumbamiento de Ciudadanos, que se empezó a fraguar con la incapacidad de transformar su victoria electoral el 21D en una alternativa de gobierno al independentismo, la aparición de esta nueva fuerza política podría ser determinante para evitar un nuevo gobierno independentista o un incluso un Tripartito de izquierdas, que hasta hace poco parecía cantado y del que ahora reniegan socialistas y republicanos probablemente por estrategia electoral. Cualquier opción de éxito pasa por que haya la máxima unidad entre sus potenciales componentes y en encontrar un candidato viable, que muchos consideran que debería ser Lluís Recoder. Esta alternativa, hasta hace poco muy poco probable, empieza a tomar fuerza y a tener apoyos mediáticos y, probablemente, financieros. Incluso TV3 empieza a hablar de ella. Pero esa unidad no será sencilla, muchos personalismos, la alianza de Units con el PSC y el soberanismo de los procedentes del PDECAT.

Un elemento a añadir al puzle es la todavía no decidida presencia en las próximas elecciones de Manuel Valls que puede alterar las previsiones en dos sentidos:  frenar el trasvase de votos de Ciudadanos al catalanismo moderado de parte de sus electores de aluvión del 21D, recordemos los buenos resultados BCanvi en los barrios acomodados de Barcelona, y restarle algunas decenas de miles de votos al PSC en Barcelona por sus coqueteos con ERC y el independentismo. Si a esto unimos que finalmente esta conjunción del centro-derecha catalanista no consiga atraer al PDECAT, las expectativas electorales bajan se reducen notablemente y rondarían, según encuestas de hace unos meses a 300.000 votos y 4 o 5 diputados, que, quizás, también podrían servir para el objetivo de que no se repita un gobierno independentista. Cualquier opción de derrotar al independentismo, además de la presencia de esta nueva fuerza política, pasa porqué la coalición Ciudadanos -PP retenga el voto del constitucionalismo duro, entorno a 25 diputados, y evite un fuerte crecimiento de VOX. Sin un núcleo duro del constitucionalismo fuerte que haga de contrapeso al independentismo , la tercera vía puede acabar siendo un mero compañero de viaje del independentismo.

Desde luego arrebatar la Generalitat al independentismo es un objetivo que debería ser prioritario para todos los que no lo somos, pero no todos coincidimos en que para ello tengamos que asumir sus postulados  ideológicos. No coincido con quienes consideran al catalanismo no soberanista la cara amable del nacionalismo.  Pero si creo que sacar al independentismo del poder no serviría de mucho si las bases ideológicas del nacionalismo se mantienen. El catalanismo moderado envidia la estabilidad y centralidad del PNV. Pero ello se debe, además de al deseo de olvidar los años negros de ETA,  a dos elementos que , aquí , no parecen posibles por distintos motivos: la libre elección de lengua en la escuela, la inmersión continua siendo intocable para el catalanismo-nacionalismo, y el concierto económico, imposible por el peso de la economía catalana en el conjunto de España,  dos elementos que pacifican  la sociedad vasca  , y garantizan que el PNV continúe siendo claramente hegemónico, al menos mientras mantenga a Urkullu como líder indiscutido. En todo caso bienvenida sea esa fuerza política.  Cataluña necesita una etapa de sosiego, dejar de vivir «momentos históricos» y que tengamos una temporada de «aburrimiento» en que las Instituciones se ocupen de los problemas reales, en vez de crearlos y mantener en permanente tensión a los catalanes , sean del color que sean.

Francesc Moreno
Francesc Moreno
Abogado y editor. Ha sido profesor de derecho financiero en la UAB y derecho mercantil en la UB. Fundador de cronicaglobal.com y SCC .

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