El Ayuntamiento de Barcelona y el Gremio de Restauración han llegado a un acuerdo para que los chiringuitos en la playa puedan abrir desde este lunes con el mismo aforo y una ampliación de su superficie para garantizar las distancias de seguridad en la fase 1 de la desescalada por el coronavirus.
Entre las medidas pactadas, se bonificará el canon de los chiringuitos en un 75%, y se mantendrá la capacidad de las terrazas -30 mesas y 120 sillas-, ha informado la asociación en un comunicado y ha avanzado El Periódico.
Además, se ofrece la opción de avanzar el cese de la actividad y proceder al desmontaje de la instalación el 30 de setiembre o el 31 de octubre, aunque la temporada acabará oficialmente el último día de noviembre.
El acuerdo salva la temporada
Los operadores habían anunciado que daban por perdida la temporada, pero este acuerdo, cerrado el sábado, permitirá adaptar las condiciones de funcionamiento al nuevo contexto surgido de la crisis sanitaria, y podría alargarse hasta 2021 si se mantiene la excepcionalidad.
Aunque podrán prestar servicio a partir del lunes, la mayoría de chiringuitos montados antes del estado de alarma empezarán a atender clientes de cara al fin de semana, mientras que los que aún no han sido instalados agilizarán los trámites e iniciarán su actividad a principios de junio.
El director del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, ha afirmado que «el acuerdo salva los muebles de la temporada de este año y evita la imagen de unas playas sin servicios legales», y ha celebrado que las condiciones puedan prorrogarse hasta el 2021.
El Ayuntamiento de Barcelona también devolverá el 100% del canon de los días que no han podido abrir los chiringuitos antes del 25 de mayo, y habilitará tarimas para ampliar la superficie de los locales, ha informado el consistorio en un comunicado.