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ENTREVISTA / Andreu Veà «Se positivamente que vamos a salvar decenas o centenares de miles de vidas»

Andreu Veà, fundador de Covid Warriors

El Dr. Andreu Veà i Baró es pionero de Internet, ingeniero en Telecomunicaciones, doctor ingeniero en Electrónica y máster en Gestión TIC. Ha representado a España ante la Comisión Europea como Digital Champion. Es el único europeo del Internet Hall of Fame Board. Dirige el programa de investigación WiWiW en la Universidad de Standfor. Lidera la Interesting People Community (IP), un grupo de profesionales apasionados por la innovación. Durante la COVID-19, ha instigado COVID Warriors. Una asociación sin ánimo de lucro que ha unido a más de 500 voluntarios, mecenas, gobiernos y empresas. En un tiempo récord, han conseguido fabricar, importar e instalar 183 robots anti-Covid, que marcan una diferencia en la detección inmediata del virus y su esterilización en hospitales.

En una palabra, ¿qué son los COVID Warriors?

Somos doers, los que hacen cosas. Así como existen makers, existen doers.

¿Ha llegado el momento de los doers?

En la mayoría de colectivos, suele haber un 4% de doers y un 4% de stoppers, que quieren impedir que se hagan cosas nuevas. Se presentan propuestas y la organización decide en cada momento si innovar o no, según diversos factores. Eso lleva tiempo e implica frenos. En COVID Warriors somos básicamente doers, por eso avanzamos rápido. Y usamos metodologías Agile, las que he aprendido en Stanfor.

¿Qué tipo de profesionales integran COVID Warriors?

Somos 500 ingenieros, 253 médicos de élite, 34 abogados, ejecutivos, publicistas, todos voluntarios, con el objetivo común de ayudar a los que ayudan. Yo sólo «conecto los puntos».

Antes de COVID Warriors, usted fundó CANCER Warriors. ¿Por qué?

En el 2014 le detectaron un cáncer a mi hermano Joaquim y entre otros hospitales, fue tratado en la Vall d’Hebron. Allí descubrí que era muy importante que los pacientes tuvieran wi-fi de calidad, y por eso, dediqué un tiempo a mejorar su conexión con el exterior. Después, me uní al equipo que transforma digitalmente el hospital.

Transmiten una enorme pulsión de vida.

Cada uno de nuestros robots tiene el nombre del padre o de la madre de alguna persona del equipo, porque los han perdido durante la pandemia y queremos homenajearlos así. Se positivamente que vamos a salvar decenas o centenares de miles de vidas.

¿Cómo empezó COVID Warriors?

Del 8 al 12 de marzo, me tocaba ser seleccionador nacional de aplicaciones móviles de Naciones Unidas. Estaba en Austria. Tenía que seleccionar 8 aplicaciones móviles ‘made in Spain‘, entre ocho categorías, que compitieron con otros 160 países más. Un total de 1600 aplicaciones, evaluadas por un jurado de 40 países. Por cierto, tres de mis ‘ocho’ Apps quedaron campeonas mundiales. Fue un éxito tal que incluso me dieron un certificado. Pero no puede compartir nada. ¡Todo se ha eclipsado!.

De repente, el virus…

Fue en Viena. Tenía reuniones de trabajo de 12 horas al día. Cuando me dejaron salir un rato, fui a la Ópera. Pero estaba cerrada. Pensé, «pero si hay sólo cien afectados en todo el país. Bueno, iré a un museo». Los museos, cerrados. Las escuelas, cerradas. Desde España, me llamaban por teléfono llorando, me decían «¡se ha muerto mi padre!», «¡se ha muerto mi madre!», «¡se han muerto mi padre y mi madre!». El 12 de marzo, volví a Madrid-Barajas. En ese momento, ya teníamos 5.000 infectados, pero aún había barra libre. En España no cerramos hasta el día 14.

¿Cómo se lo explica?

Muy poca gente entiende las exponenciales. Si das treinta pasos lineales, atravesarás la calle frente a tu casa. Si das treinta pasos exponenciales, darás 2,6 vueltas al planeta Tierra. En pandemia, esto quiere decir que, si no cierras el país o tomas una decisión drástica, después de catorce días tendrás el doble o cuatro veces más muertos. En nuestro país, las pocas personas que normalmente toman las decisiones cruciales suelen ser abogados, abogados del estado o, como máximo, economistas. Pero sobre los datos, los únicos que tienen expertise son los ingenieros, los ‘data scientists’ y la gente de telecomunicaciones.

Si no cierras el país o tomas una decisión drástica, después de catorce días tendrás el doble o cuatro veces más muertos.

Andreu Veà

Sigamos. Llega a Madrid. ¿Y se confina?

Sí, como había venido en un vuelo con gente de muchos países, estuve 22 días auto confinado en una habitación de mi casa, sin ordenador y sólo con mi Smartphone. En estos 22 días, se creó COVID Warriors. De entrada, vi que apenas existía un sencillo formulario para que los ciudadanos escribiéramos si teníamos síntomas. También vi que la administración había comprado 4 tests, que resultaron fraudulentos o ineficaces. Pensé que hacía falta un plan paralelo a la administración, para ayudar a los que ayudan al sector público.

¿Cómo se gestó el robot para hacer pruebas PCR?

Veíamos que era crucial automatizar las pruebas PCR, para poder hacérselas a más personas. Yo conocía a Rocío Teresa Martínez_IP, profesora de la Facultad de Inmunología y Ciencias Microbianas del King’s College en Londres. Hablamos sobre qué se debería hacer ante la pandemia que se nos venía encima, a tres meses de lo que había pasado en China y a tres semanas de lo que estaba ocurriendo en Italia.

¿Qué ideas tenía?

Ella estaba diseñando una solución que pudiera adaptarse a las nuevas necesidades de proceso masivo de muestras, cambio de protocolo y uso de reactivos de distintos proveedores. En biotecnología y electromedicina, los equipos son propietarios. Rocío hablaba de open hardware, ya que el propio fabricante publicaría abiertamente las piezas y open software, en lenguaje script en Python, desarrollado en California. Hablamos con María Parga_IP para instalar un equipo robotizado en el Hospital Clínic de Barcelona y se entusiasmó.

Pero, le recuerdo, ustedes no tenían dinero.

Pedimos presupuestos. Para brindar la solución a los dos puntos con más infecciones, Madrid y Barcelona, requeríamos de 400.000 Euros. Así que Sandra Figueredo consiguió los recursos a través del ‘crowdfunding’ (sonríe) de una sola entidad, Merlín Properties que, contactados, a través de una persona de nuestro grupo IP, financiaron la producción de los robots para el Hospital Clínic y la Vall d’Hebron en Barcelona y La Paz y Carlos III en Madrid. Algunos directivos de Merlin Properties renunciaron a sus bonus anuales durante tres años para colaborar con este proyecto. También colaboraron algunos empleados.

A finales de marzo, transportar equipos a España. En plena pandemia.

Preguntamos primero a Iberia. No había vuelos a China. Después preguntamos a China Airlines. No había vuelos a España. Así que hablamos con el director de Inditex Logística. Nos ofreció uno de sus 45 aviones semanales de carga entre Shanghai y Zaragoza. Cambiaron las rutas, adelantando 3 días la llegada y asumiendo el triple de coste. El viernes 3 de abril 14:20 aterrizaba en Barajas el gigantesco cargamento de 168 piezas, con aproximadamente 5 toneladas de carga. Recordemos que se trata de open hardware, con 260 piezas configurables, que compras con la instalación incluida. A las 2 de la madrugada llegaban los grandes paquetes al Clínic, a las 4h a Vall d’Hebron y así los encontramos el domingo a las 9h.

Principios de abril. Madrid era Wuhan y la Vall d’Hebron, el reactor 4 de Fukushima.

Si. Por eso, los americanos de Opentrons no vinieron para la instalación. Madrid era el Wuhan en ese momento y nos dijeron que no. Me encuentro con el equipo almacenado en 4 ciudades españolas sin nadie que sepa qué hacer con él. En 36 horas, tuve que contratar a un equipo de programadores Python con conocimientos de robótica y microbiología. Manpower actuó como el sponsor principal, y decidieron que irían contratando automáticamente a todas las personas que yo iba seleccionando. Coordinamos, con éxito, el trabajo entre las distintas especialidades y configuramos los robots a medida de la forma de testar de cada hospital. Los instalamos y formamos al personal para usarlos.

Hasta hoy, un proyecto así suele requerir, como poco, un año.

Si sumamos concretar la necesidad, discutir la mejor solución, realizar el dimensionamiento en UK, escoger la tecnología abierta de California, buscar, encontrar y dar la confianza a un donante, convencer a los cuatro laboratorios y conseguir su aceptación escrita, negociar la adquisición en NY, USA, esbozar el diseño, fabricar en China, importar a Madrid, entregar a las cuatro ubicaciones finales e instalar, efectivamente, es un proyecto que suele durar un año y medio. Hemos finalizado el trabajo de un año y medio en tres semanas.

Es un nuevo modelo de trabajo, colaborativo y en abierto.

Y con alto grado de motivación. Piense que uno de los diez puntos de nuestro decálogo es «Nunca pidas permiso, ya pedirás perdón». Estamos en guerra contra el virus.

Por eso tienen la War Room.

Si. El grupo de personas que gestionamos el día a día y tomamos las decisiones ejecutivas contra el COVID-19. Cada división de C-W tiene aquí una General Warrior. Una buena parte son mujeres, como Montse Guardia, que fue jefa de organización de los Juegos de invierno de Salt Lake City y la CTO de los mundiales de Japón y Corea del Sur. Le reportaban 7.000 ingenieros en situaciones de alta responsabilidad. Cualquier cosa que yo pueda inventar, para ella será una fruslería. O Judith Batayé, Adela Martinez, Jordi Bosch, Jordi Serrano Pons, Patricia Ripoll, Francesc Saldaña, Juan A. Orgaz, etc.

No vamos a patentar la máquina. Quiero que la copien, pero que la copien bien, no que se hagan copias con ánimo de lucro y tecnología fraudulenta.

Andreu Veà

¿Cuántos robots para pruebas PCRs han distribuido en total?

Después de los grandes hospitales, definimos que entregaríamos a laboratorios que hicieran al menos 400 muestras al día, porque tenían automatizados los procesos y mostraban un compromiso en este ámbito. En total, ya hemos distribuido 183 robots en toda España, en Barcelona, Badalona, Madrid, Bilbao, Santander, La Coruña, Santiago, Cáceres, Badajoz, Sevilla, Málaga Valencia y Asturias. Cada robot hace 2.400 PCRs diarias. Esto significa un total de 1 millón de PCRs al mes, que hacemos en paralelo a las administraciones públicas. Y aún y así, nos estamos quedando cortos.

¿Van a patentar este robot?

No vamos a patentar la máquina. Quiero que la copien, pero que la copien bien, no que se hagan copias con ánimo de lucro y tecnología fraudulenta.

Otro de sus robots es ASSUM (Autonomous Sanitary Sterilization UltraViolet Machine), el primer sistema autónomo de desinfección hospitalaria.

Sí. ASSUM es un robot que recorre todos los rincones de un espacio hospitalario y los esteriliza con rayos ultravioleta. En el ámbito de la microbiología lo defino como el arma más letal que ha existido. Porque, intentando acabar con el COVID-19, acabamos también con el 100% de bacterias, hongos y esporas. Es decir, solucionamos el problema de las infecciones oportunistas en los hospitales. Hasta ahora, esto se hacía con agentes químicos tóxicos en 36 horas y, como sabemos, no se garantizaba la esterilización. Ahora lo hacemos en 3 minutos, permitiendo que nuevos pacientes entren en las habitaciones casi inmediatamente.

¿Ya han certificado sanitariamente a ASSUM?

Diseñar a ASSUM nos ha costado 6 días y 5 noches. La certificación microbiológica tardará un mes y medio. Hay que considerar que aporta innovación disruptiva.

¿Qué otras divisiones tiene COVID-Warriors?

Por ejemplo, Trascendencia, una ceremonia espiritual de despedida con lecturas, música y algunos videos de la persona que ha fallecido. Derecho a Conectarse ofrece el derecho a despedirse o a comunicarse, porque había personas que por falta de conexión o razones técnicas no podían usar sus dispositivos móviles. Ecografiamos, que produce ecógrafos portátiles para detectar las neumonías con la antelación suficiente. #ConectemosYa, facilita la conectividad en zonas afectadas por la brecha digital.

¿Qué es el grupo Interesting People (IP)?

Una comunidad compuesta por gente de 98 ciudades de los 5 continentes que ya llevo diez años configurando, escogiendo una o dos personas de cada lugar donde he trabajado o estudiado. Porque si pones una persona interesante junto a otra, pasan cosas interesantes. Y si lo sostienes en el tiempo y añades herramientas de Internet, pasan cosas explosivas. Este no es un grupo democrático, sino meritocrático. Quien más aporta, más lidera. Y no se gestiona por mayorías absolutas ni por mayorías simples sino por minoría selecta. Una vez al año, nos encontramos en eventos de ‘desvirtualización masiva’ en algún lugar de la Tierra. Este año fue una calçotada el 29 de febrero, y precisamente allí, hablando con Rocío Teresa Martínez_IP, descubrimos que tenía la solución conceptual para los robots PCR, aunque no había podido desarrollarla aún.

Sin un enfoque económico, todo lo que han hecho tendrá un límite.

Sí, pero nosotros no venderemos robots. Vendemos una solución. En el futuro, en paralelo a COVID Warriors, consideramos constituir una S.L. para gestionar la parte comercial de este proyecto, con enfoque ‘solución’.

¿Qué les falta a las empresas españolas para triunfar en Silicon Valley?

He llevado a más de 600 empresas a Silicon Valley, he participado en puentes de Innovación y un largo etcétera. Algunas personas pensaban que iban a ir y vender el primer día, a veces llevando únicamente unos folletos en catalán. Pero ganas reales de expandirse no las tienen todos. También es cierto que tenemos tendencia a crear ‘talleres’, mientras que allá crean empresas con visión global. Aquí, el fundador tiene tendencia a querer dirigirlo todo, pero no puede saber de leyes, de marketing o de comercio local. A pesar de eso, a muchos les cuesta contratar o asociarse con especialistas locales. Y el Venture Capital no significa poner dinero y punto. Es Smart Money, que sabe bien cómo funciona el mercado.

¿Cómo prevé el futuro de la pandemia del COVID-19?

Creo que habrá otro latigazo. Podrían faltar de nuevo mascarillas y respiradores. Tenemos que estar atentos porque el virus está ahí. Es el momento de apelar a la responsabilidad de las personas. Que nos lavemos las manos, usemos mascarilla y mantengamos la distancia social.

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