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Atención a domicilio, un trabajo considerado precario que empieza a «ver la luz al final del túnel»

El sector, que emplea a 10.000 profesionales y atiende a unos 100.000 usuarios en Cataluña, estrena convenio a partir de hoy con mejoras sustanciales, tras más de un año de intensas negociaciones

La situación de los profesionales de la atención domiciliaria mejorará, por primera vez, tras años de lucha. Foto: Europa Press.
La situación de los profesionales de la atención domiciliaria mejorará, por primera vez, tras años de lucha. Foto: Europa Press.

Durante el estado de alarma, declarado a mediados de marzo, no han dejado de trabajar, aunque “lo han pasado muy mal”. Los trabajadores del sector de atención a domicilio -10.000 en Cataluña, de los que 4.500 se focalizan en Barcelona- han visitado las casas de más de 100.000 usuarios, algunos con síntomas de haberse contagiado de Covid-19. “Lo que se conoce como código naranja o rojo en nuestro campo”, explica Marina Giner, responsable del Servicio de Atención Domiciliaria FeSP-UGT de Catalunya.

Y lo han hecho “a pesar de jugarse la salud” en numerosas ocasiones: “Al principio del estado de alarma, nos costó muchísimo que nos consiguieran mascarillas. Que las patronales fueran conscientes de que éramos personas vulnerables. En la actualidad, todavía no se reconoce a las compañeras que han estado trabajando en primera línea, durante la pandemia, por un sueldo mísero”, critica Marina, quien hace referencia a la paga extraordinaria dirigida, únicamente a médicos y personal sanitario, anunciada por la Generalitat. El SAD incluye a usuarios dependientes (mayores sin plaza en residencias por ejemplo) y sociales que precisan atención personalizada (drogodependientes, mujeres víctimas de la violencia de género o niños).

 

El SAD ha seguido atendiendo a los usuarios durante la pandemia, en ocasiones sin los EPIS necesarios. Foto: Pexels.

Falta de protocolo común en cuanto a EPIS

Últimamente, se llevan a cabo reuniones entre patronales y el Ayuntamiento de Barcelona para desarrollar un protocolo común en cuanto a EPIS, para los servicios de atención domiciliaria, como ya sucede con otros sectores de actividad. «De lo contrario, al final cada empresa da a sus trabajadores, lo que ella considera necesario. En estos momentos, las patronales proporcionan una mascarilla quirúrgica al día (cinco a la semana), una bata y los manguitos para no mojarse, si el usuario está bien. Es decir, un código verde», explica. «En caso de código naranja -prosigue- el trabajador recibe una mascarilla FP2, una bata desechable, manguitos, peúcos y guantes. Si debe atender a un código rojo, además se le da una pantalla frontal y un mono desechable». Pero como no hay un protocolo regulado, tampoco se puede garantizar que todos los empleados reciban lo mismo. «Somos personal de riesgo, pero nadie lo reconoce», añade Giner.

Nos costó muchísimo que nos consiguieran mascarillas. Que las patronales fueran conscientes de que éramos personas vulnerables. En la actualidad, todavía no se reconoce a las compañeras que han estado trabajando en primera línea por un sueldo mísero”

Marina Giner, responsable del Servicio de Atención Domiciliaria FeSP-UGT de Catalunya.

Aumentos salariales y permisos retribuidos en el nuevo convenio

Ayer, 29 de julio, se aprobaba el quinto convenio colectivo de Cataluña de empresas de atención a domicilio, tras más de un año de negociaciones entre patronales (ACRA, ASADE, CAPSS, La Confederació y UCH) y los sindicatos, quienes empezaron a reunirse en enero del año pasado. «Ahora van a tener que pagar todos los atrasos», puntualiza. Entre los principales puntos del convenio destaca un incremento salarial global del 14% a lo largo de los cuatro años de vigencia, distribuido de la siguiente manera: un 1% desde septiembre del año 2019, un 1% desde enero del 2020, un 4% desde enero del 2021 y un 8% desde principios del 2022 hasta finales de dicho ejercicio. “Yo destacaría, sobre todo, la subida salarial de este convenio, comparada con los anteriores. Entonces, no había manera de pactar un aumento del sueldo superior al 3% durante los cuatro años de duración del convenio”, subraya. Para hacerse una idea, hablamos de incrementos sobre una base de 500-600 euros por media jornada de trabajo, en la mayoría de los casos.

El convenio también incluye el disfrute de permisos retribuidos en días laborables, junto con un complemento por IT derivado de accidente laboral o enfermedad profesional. «Este convenio supone un paso de gigante a la hora de reducir la precariedad que se había instalado en el sector», concluye Giner.

Anna León
Anna León
De la radio al mundo digital. Casi dos décadas comprometida con el periodismo.

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