SIL
SIL
SIL

Cataluña necesita un centro constitucionalista amplio de obediencia catalana

Hemiciclo del Parlament catalán durante un pleno de control al Gobierno de la Generalitat Foto: Europa Press

Para los catalanes que no creemos que la secesión sea una solución sino un problema, que aspiramos a que nuestra tierra vuelva a ser la locomotora española, que creemos que el bilingüismo no es una desgracia a eliminar si no una virtud a potenciar, que defendemos la libertad individual, el respeto a la ley, la economía social de mercado, que creemos en la iniciativa privada, que no comulgamos con un estado elefantiásico, que creemos en un estado laico pero respetuoso de nuestras tradiciones, que creemos en la conveniencia de la inmigración por razones morales y de interés económico pero regulada y adaptada a las posibilidades de integración, defensores del feminismo, el medio ambiente y la sostenibilidad sin fundamentalismos, que priorizamos la creación de puestos de trabajo, de riqueza y la reducción del gasto público sobre una presión fiscal que ahoga las clases medias más emprendedoras y el fomento de guetos clientelares que viven de las ayudas públicas, que creemos en la colaboración público-privada, para estos catalanes, la inexistencia de un partido de centro amplio de obediencia catalana que no esté al albur de los intereses de las matrices estatales es una necesidad perentoria si queremos empezar a cambiar la desgraciada dinámica de nuestra sociedad.

La dinámica política catalana no se cambia con paracaidistas por brillantes que sean, ni supeditando las alianzas a los intereses de las cúpulas estatales, ni nombrando y desnombrando líderes sin contar con la realidad catalana, ni fomentando políticas resistencialistas para tratar de alcanzar derrotas no muy amargas.

No se trata de conseguir un imposible resultado excepcional, pero sí de empezar a cambiar la dinámica del empate de impotencias

La sociedad catalana está harta del procés y de la confrontación pero no se vislumbra ninguna opción política de centro que aborde los problemas desde cero, sin rémoras mentales, sin dependencias de lo que ha pasado en Cataluña en los últimos años. Que sea capaz de aglutinar una amplia representación social de origen identitario diverso, comprometida con el bien común.

No es fácil que una opción de este tipo asome en las próximas elecciones. Pero los que así piensan, y me consta que los hay, deberían intentarlo. No se trata de conseguir un imposible resultado excepcional, pero sí de empezar a cambiar la dinámica del empate de impotencias, de las propuestas basadas en la confrontación, para empezar a construir un futuro esperanzador superador de la división que nos corroe.

Los catalanes no podemos esperar superar nuestros problemas dejando su solución en manos de quiénes los han creado, los independentistas, y de quiénes se han mostrado reiteradamente incapaces de solventarlos, los partidos de ámbito estatal. Una fuerza de centro amplio de ámbito exclusivamente catalán es imprescindible para iniciar una nueva etapa.

Francesc Moreno
Francesc Moreno
Abogado y editor. Ha sido profesor de derecho financiero en la UAB y derecho mercantil en la UB. Fundador de cronicaglobal.com y SCC .

NOTICIAS RELACIONADAS

SIL

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Lo Más visto

ANÁLISIS / Cuando contar deja de tener sentido

El 27 de agosto publiqué un artículo en este diario titulado “Mejor si dejamos de contar” en el que con cierta ironía...

El alcalde de Llívia deja de militar en ERC por el caos en la Cerdanya

El alcalde de Llívia, Elies Nova, ha informado que deja de militar en ERC por las medidas contra la Covid aplicadas en...

La resaca del ‘procés’: las empresas siguen yéndose de Cataluña en 2024

Uno de los motivos que espoleó el procés fue la mejoría económica que supuestamente acarrearía la secesión catalana. Sin embargo, como es...

La Junta electoral ordena retirar la estelada que ondea en el castillo de Tossa

La Junta Electoral sigue dictando órdenes para garantizar la neutralidad ideológica del espacio público en Cataluña ante las próximas elecciones autonómicas del...
- Publicidad -