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Quiebra y rescate de la Generalitat

Primera reunión presencial del Consell Executiu en el Palau de la Generalitat tras el confinamiento/ Europa Press

El largo desafío de los separatistas catalanes y de su gobierno regional ha generado inestabilidad y riesgo político. El desempeño presupuestario y financiero de la Generalitat de Cataluña ha sido realmente inusual y muy expansivo. Por consiguiente, los ratings se degradaron sucesivamente, incrementado las primas de riesgo de la deuda de la Generalitat y, en menor medida, las de sociedades residentes en Cataluña, y deteriorando el rendimiento de la bolsa de valores y de las empresas. 

Rating es la calificación del riesgo de un activo privado (acciones, obligaciones) o público (deuda, bonos, soberano). El rating es calificado por empresas especializadas (las tres principales agencias son Moddy’s, Standard & Poor´s y Fitch) y sirven de ayuda a las decisiones de inversión. El rating de la deuda emitida por la Generalitat pasó de Aa2 (alto grado, en la calificación de Moody’s) en 2009 a Ba3- (grado de no inversión especulativo) a partir de 2016. El rating del soberano español está en Baa1, cuatro escalones por encima del bono catalán. 

Aun estando la deuda de la Generalitat de Cataluña garantizada por el Estado español, su prima de riesgo en relación con la deuda española osciló entre los 50 y los 652 puntos básicos (+6,52 % anual). La prima de riesgo de España en relación con el bund alemán ha oscilado entre 29 puntos básicos en enero 2000 y 77 puntos básicos en noviembre 2019, con un máximo de 536 en agosto 2012.

El desafío separatista se eterniza y tiene consecuencias cada vez más indeseables

Prima de riesgo es el diferencial entre el tipo de interés de un activo y el tipo de interés de otro activo. Por ejemplo, el diferencial de los bonos y activos europeos en relación con los bonos y activos americanos, o el diferencial de los bonos y activos españoles en relación con los bonos o activos alemanes, o el diferencial del bono emitido por la Generalitat de Cataluña con el tipo de interés de la deuda de España o la deuda de la Comunidad de Madrid. La prima de riesgo es, pues, un coste adicional para emisores de menor calidad y es, por tanto, también una rentabilidad adicional para un inversor que compensa el mayor riesgo que posee un activo. La prima de riesgo puede ser de emisión primaria y colocación de valores o del mercado secundario de negociación de valores.

El valor principal que interesa analizar es la deuda de la Generalitat. El capital vivo de esta deuda con datos del primer trimestre de 2020 es de 79.429 millones de euros. Tras Cataluña se sitúan Valencia (47.894 millones de euros), Andalucía (36.356) y Madrid (34.584). A estos importes habría que añadir la deuda de las empresas públicas autonómicas, que en el caso de Cataluña son 1.351 millones de euros.

La deuda de la Generalitat supone el 33,8% del PIB y 10.475 euros por catalán. La composición de la deuda de la Generalitat es la siguiente: 

  • Deuda con el Estado, 58.986 millones de euros: éste es el importe pendiente de reembolso de los llamados Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas, Facilidad de Liquidez Autonómica y Facilidad Financiera. Los préstamos recibidos de estos Fondos y aplicados al presupuesto de la Generalitat ascendieron a 88.296 millones de euros entre 2012 y 2020, de ellos 8.045 los obtuvo la Generalitat aún en 2019.
  • Préstamos de bancos españoles, 5.858 millones de euros.
  • Préstamos de bancos extranjeros, 5.278 millones de euros.
  • Préstamos de otras administraciones, 4.421 millones de euros.
  • Bonos de la Generalitat, 3.837 Millones de euros. Esta deuda viva en circulación de la Generalitat paga un interés medio del 4,6 %, un 2 % (200 puntos básicos de prima de riesgo) por encima del interés medio de la deuda del Reino de España. Los títulos de la Generalitat con los tipos más altos alcanzan el 6,35 % y su fecha de amortización llega al 2041. Otros alcanzan un interés del 5,9 % y del 5,3 %, con vencimientos entre 2024 y 2030. Hay emisiones con fórmulas ingeniosas de cálculo de los intereses a devengar que los refieren a la inflación más 3 % y hay otras emisiones referenciadas al Euribor. La periodicidad de los vencimientos a los que debe hacer frente el Gobierno catalán oscila entre los 10 años y los 3 meses. 

Las emisiones de la Generalitat fueron intermediadas por BBVA, Banco Santander, Crédit Agricole, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, JP Morgan, HSBC, Société Générale y CaixaBank. Vale decir que estos bonos “patrióticos” de la Generalitat llegaron a alcanzar 22.540 millones de euros en 2011, momento a partir del cual se redujeron siendo así que la Generalitat, vistos sus ratings, dejó de tener acceso a los mercados financieros.

La mayor parte de la deuda de la Generalitat lo es con el Estado español, que acudió a su rescate

Sin acceso al crédito, la Generalitat hizo frente a sus compromisos de financiación desde 2012 con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) establecido por el Ministerio de Hacienda. Este mecanismo ha salvado a Cataluña de entrar en default siendo así que nadie prestaba a la Generalitat, pese a la alta remuneración de su deuda. Efectivamente, con un rating de bono basura la Generalitat no pudo emitir más deuda, de modo que con el rescate por parte del FLA se impidió que llegara al impago o que se recortasen más los servicios públicos a su cargo. 

La Generalitat es la Administración española que más dinero recibió de este fondo. Activado en 2012, ha fijado unos tipos de interés entre el 0,30% y el 0,70%, en línea con el interés medio de las emisiones del Tesoro. La mayor parte de las peticiones de la Generalitat al FLA se aplicaron a amortizar préstamos anteriores. El Fondo Monetario Internacional ha llamado la atención sobre el impacto de los déficits de las regiones españolas en la sostenibilidad de las finanzas españolas.

Siendo la Generalitat insolvente, fue rescatada por el Estado español a través del FLA. Con sus recursos se abonaron las nóminas de funcionarios y se aligeraron los pagos pendientes a proveedores. La pérfida España acudió al rescate de la Generalitat rebelde. 

A la vista de la insostenibilidad de las finanzas de la Generalitat, su rating cayó a bono basura

Hubo un tiempo en que se hablaba de política económica de la Generalitat. Así, allá en los años 1990 la pretensión inmediata de los líderes de la Generalitat no era aún la separación de Cataluña del resto de España. Luego, la Generalitat secuestrada por los separatistas fue preparando un golpe de Estado y lo dio.

Si hasta el golpe la Generalitat era una administración díscola, desde el golpe es una administración zombi, que permanece sectariamente escorada en la confrontación, a pesar de tener a su cargo la policía, la educación y la sanidad de los 7,6 millones de catalanes. Este poder fuerte está aderezado con el poder ‘suave’ de la propaganda. La Generalitat al teu costat, a todas horas en todos los medios. Todas las cadenas públicas y subvencionadas de televisión, radio y prensa machacan la maldad de España y de los españoles (enemigo exterior), la ruindad de los catalanes constitucionalistas (enemigo interior), aunque éstos sean la mayoría de los catalanes, y la bondad de la independencia. De los 2.597.000 ocupados de Cataluña, 194.000 lo están en la administración pública (5,3% del total), 216.000 en enseñanza (8,3%) y 302.000 en sanidad (11,6%).

Características de la administración del Govern de la Generalitat de Cataluña son:

  • Se sustenta en una minoría de votos de los catalanes y en la mayoría de los escaños separatistas y revolucionarios en el Parlamento regional.
  • No es neutral: desconoce la obligación de neutralidad de la Administración y la obligación de servicio a todos los catalanes y no sólo a las pretensiones independentistas.
  • Está quebrada y está rescatada por el Estado español.
  • Gasta a mansalva el dinero que no tiene, y no invierte.
  • Subvenciona sin sujeción a sus competencias y por motivos ideológicos (nacionalismo).
  • Usurpa las competencias que en materia exterior corresponden a la administración central del Estado para socavar el prestigio de España y vender su pretensión secesionista.
  • Es moralmente corrupta, por su falta de respeto a más de la mitad de los catalanes y por su uso de la Generalitat sólo para la confrontación. Y es monetariamente corrupta, por la malversación de recursos públicos a finalidades indebidas y por los escándalos de corrupción que salpican a sus líderes, el 3% y más.
  • Desconoce las leyes que no le gustan e incluso las sentencias posteriores que le obligan a su cumplimiento.
  • Se opone al bilingüismo -inherente a Cataluña-, y está completamente desinteresada en la calidad de la enseñanza. Los informes PISA muestran el dolo que tiene la política educativa de la Generalitat.
  • Las listas de espera de la sanidad catalana se hallan entre las más largas de las Comunidades Autónomas.
  • Su cuerpo de policía, 17 mil agentes armados, no se rige por la sujeción a la ley.
  • La Generalitat es altamente sobre reguladora. 
  • Los mandos de la Generalitat están sobre pagados para los mismos niveles que la Administración central del Estado y que la mayor parte de las Comunidades Autónomas, los directivos separatistas reciben sueldos muy superiores.
  • Es un mini estado en desarrollo.
  • El resultado es el desgobierno y una confrontación total.

La nulidad de la política económica de la Generalitat se extiende, pues, al conjunto de sus competencias y medidas. Pero, si la Generalitat ejerce mal o no ejerce las competencias propias, sí trata de ejercer las competencias que le faltan para que sea un Estado. Ahí está el filón de su energía política, un filón de provocación y palabrería: desbordar al Estado español usurpando las competencias que aún no tiene para ser un verdadero Estado.

Conclusiones

  • A la vista de la insostenibilidad de las finanzas de la Generalitat, su rating cayó a bono basura y su prima de riesgo la expulsó del mercado de deuda.
  • Por ello, la mayor parte de la deuda de la Generalitat lo es con el Estado español, que acudió a su rescate. 
  • El desafío separatista se eterniza y tiene consecuencias cada vez más indeseables. Debido a la ley electoral, en las elecciones al parlamento regional las repetidas mayorías de votantes constitucionalistas catalanes no han sido hasta ahora suficientes para obtener una mayoría de escaños constitucionalistas. 
  • Finalmente, y por otra parte, a pesar de contar con la más alta legitimidad y con la completa legalidad, el Estado y la democracia española no han circunscrito a la Generalitat a sus competencias constitucionales y estatutarias, con el resultado en el otoño 2017 del golpe de Estado separatista.

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