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El gato que murió con Covid, que no de Covid

Profesionales sanitarios en el Hospital del mar de Barcelona

Leo en La Vanguardia que un gato, de nombre Negrito, primer gato COVID positivo en España, no murió por la infección. La noticia me ha dejado estupefacto. Resulta que el gato tenía una enfermedad cardíaca grave que le provocaba dificultad para respirar según consta en la noticia que dado el medio ‘serio’ que la ha publicado y que ha pasado el control de los guardianes de la verdad tengo que tomar como cierta. Al parecer el dueño, él sí, murió por coronavirus. Practicada la necropsia, del gato, el dueño no ha tenido autopsia que se sepa, por el Centre de Recerca en Sanitat Animal resulto que tenía una carga viral muy baja. También deducen los investigadores que los humanos pueden contagiar a las mascotas, no es el primer caso reportado, pero estas, salvo los visones, no pueden hacerlo a las personas.

Tengo dos tortugas en acogida recogidas de la calle, un pichón caído del árbol en la última tormenta al que mi esposa alimenta con biberón hasta que emprenda el vuelo, una galga vieja y con incontinencia urinaria adoptada y dos periquitos. Mi amor por los animales creo que esta fuera de duda. Pero la noticia me alucina. Resulta que tenemos más información del COVID en animales, con escasísimos casos conocidos, que en personas. Aunque comparto no crear alarmas injustificadas me sorprende tanta certeza y tanta premura en las investigaciones y en tranquilizar a los dueños de mascotas y tan poca cuando se trata de personas. Quiero mucho a los animales y a menudo son más agradecidos que las personas, pero todavía pongo la vida de los humanos por delante de la de las mascotas.

No puedo callar el profundo desagrado que me produce la utilización sectaria e indecente de la enfermedad por parte del señor Torra

La distinción entre morir de COVID y morir con COVID se la he oído a algún responsable sanitario pero no tengo conocimiento de que se haya investigado sobre el tema y, si se ha hecho, que los resultados hayan salido a la luz pública. Inicialmente no se hacían autopsias a los fallecidos, ¿ahora sí? Seis meses después tenemos información abrumadora de como va la comercialización de las vacunas, del número diario de positivos de asintomáticos y de muertos, ¿con COVID o de COVID? Distinción importante que ya conocemos de Negrito pero, oficialmente al menos, de ninguno de los treinta mil muertos computados. ¿Es una enfermedad nueva o de la familia de otras infecciones de coronavirus lo que explicaría la escasez de fallecimientos en algunos países según científicos de la talla del premio Nobel Michael Levitt? Y así multitud de preguntas sin respuesta. Hoy mismo una veintena de científicos de reconocido prestigio han vuelto a solicitar una Comisión Investigadora independiente y apolítica, no para ajustar cuentas a nadie, sino para tener más información sobre la pandemia y las causas de su fuerte incidencia en España.

No dudo de la existencia de la enfermedad, ni creo que Bill Gates quiera exterminar a los viejos o cualquier otra de las teorías conspirativas. Pero la falta de información y de transparencia es atronadora y la causa de la desconfianza creciente de la sociedad. Desconfianza que es el caldo de cultivo ideal para cualquier teoría conspirativa por disparatada que sea. Un debate científico con luz y taquígrafos es imprescindible para valorar adecuadamente lo que esta pasando y asumir la responsabilidad personal correspondiente. En vez de tantos tertulianos repitiendo consignas no estaría mal algún debate científico con especialistas de reconocida trayectoria.  Y no pasa nada porque haya dudas. Lo insoportable es la sensación de marionetas que crea la desinformación, los cambios de criterio, la falta de consistencia de algunas decisiones. Es inconcebible que en un mundo globalizado y con una enfermedad global nadie explique porque unos países toman unas decisiones y otros, otras. Al menos para entender mínimamente lo que esta pasando. Y para acabar no puedo callar el profundo desagrado que me produce la utilización sectaria e indecente de la enfermedad por parte del señor Torra. Todos los políticos arriman el ascua a su sardina, pero lo del presidente Torra es de otra galaxia.

Francesc Moreno
Francesc Moreno
Abogado y editor. Ha sido profesor de derecho financiero en la UAB y derecho mercantil en la UB. Fundador de cronicaglobal.com y SCC .

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