Los tres últimos presidentes de la Generalitat de Cataluña han acudido a Perpiñán, este viernes día 9, para dar una conferencia de prensa en la que han pedido «diálogo, negociación y mediación internacional» para resolver el «conflicto político con el Estado español».
Su llamamiento está resumido en el texto de 24 líneas que titulan Declaració de Perpinyà.
En él afirman tener «un proyecto político democrático, la República Catalana, que queremos hacer realidad siempre por las vías estrictas de la democracia y la paz».
Y lamentan que, «a pesar de haber estado siempre del lado del diálogo y la democracia, se nos ha aplicado una justicia de parte, llena de irregularidades y malintencionada, dirigida contra la minoría nacional catalana dentro del Estado español».
El club de los ex
El diario de la capital del Rosellón, L’Indépendant, anunciaba el jueves su visita calificándolos de club de ex. Después de repasar los diferentes motivos por los que cada uno de ellos ha llegado a esa condición, concluye de esta manera, destacando a quien consideran protagonista principal del acto:
«Carles Puigdemont, ahora eurodiputado y todavía buscado por la justicia española, elige por segunda vez la frontera para dirigirse a los catalanes, después de un mitin monstruo en febrero. Volverá a hablar de “la represión del Estado español”, potenciando su argumento con lo que considera un nuevo ejemplo: la condena de Quim Torra.»
En la crónica del acto de este viernes, celebrado en la Casa de la Generalitat en Perpiñán, el mismo diario cita algunas de las frases pronunciadas para denunciar la persecución política padecida.
Àrtur Mas ha dicho: «Una imagen vale más que mil palabras y la imagen de hoy es ésta: tres presidentes de la Generalitat, los tres destituidos por la justicia española; ésta es la imagen que se muestra.»
Carles Puigdemont ha aludido al Rey de España: «Hace seis años que Felipe es rey y en seis años tres presidentes de la Generalitat de Cataluña han sido destituidos. Es un récord y una vergüenza. Los electos catalanes no son respetados.»
Quim Torra ha afirmado: «Los tres somos ejemplo de los límites de la autonomía. Nuestra determinación es clara: Cataluña quiere decidir su futuro.»
Contraprogramando la visita del Rey
La crónica de Vilaweb incorpora un video con los discursos de los tres expresidentes y sus respuestas a las preguntas de los asistentes, que no parecen superar el número de diez.
Y destaca algunos otros aspectos, como la importancia de las próximas elecciones al Parlamento para ampliar la mayoría independentista: «Si cada vez es más amplia, la mediación internacional cada día será más cercana», ha dicho Mas.»
Asimismo, la necesidad que tiene el independentismo de superar «la barrera del 50% en las urnas para lograr ser escuchado en todas partes», lo que viene a ser un reconocimiento de que se proclamó la independencia con menos del 50% y de que el «mandato del primero de octubre, si existió, ya lo consideran caducado.
En cuanto a la «mesa de diálogo con España», «han dicho que era necesaria pero que no confiaban en que obtuviera resultados».
En respuesta a una pregunta que le han hecho, Quim Torra ha afirmado, algo enigmáticamente, que «la mediación nos la tenemos que ganar, y para ganarla tenemos que hacer cosas» ¿Cosas como las acaecidas en la visita del Rey a Barcelona: quemas de fotos y banderas, choques con la policía, insultos a periodistas?
A primera vista parece que la pomposamente llamada Declaración de Perpiñán ha sido un intento de contraprogramar la visita del jefe del Estado, el mismo día y más o menos a la misma hora.
Pero dada la imagen que ha exhibido el independentismo por las calles barcelonesas, tal vez se trataba de contraprogramar no la visita sino los disturbios, bastante ruidosos pero nada multitudinarios, que han protagonizado sus seguidores.
Y de paso, con su llamamiento a la mediación internacional, tratar de convencer a la opinión pública de que el independentismo aún conserva una cierta categoría política.
