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La Asociación por la Tolerancia al PSOE: «No hay ningún país donde no sea posible estudiar en la lengua nacional»

Responde a la socialista Martínez Seijo, que acusa a la "derecha identitaria" de utilizar la lengua en una "guerra cultural"

Manifestación contra el bilingüismo escolar. SOM ESCOLA.

Con mucha preocupación observan desde la Asociación por la Tolerancia la reforma de la ley educativa española promovida por el PSOE y Unidas Podemos y que blinda en las comunidades bilingües la lengua local en detrimento del español. Sobre todo ante la defensa que de dicha reforma realizan socialistas como la secretaria de Educación y Universidades del PSOE, Luz Martínez Seijo, quien, en un artículo publicado en El Socialista, acusa a «la derecha» de considerar el plurilingüismo como «una puerta abierta al adoctrinamiento».

En su artículo, Martínez Seijo afirma cuestiones como que «el plurilingüismo, en aquellas comunidades autónomas con lengua cooficial, ha sido uno de los frentes de guerra cultural por parte de la derecha». Considera, además, que esa misma «derecha» ha puesto «en sospecha al propio Estado constitucional y autonómico, debilitando su legitimidad para aplicar su receta de recentralización«. «La derecha identitaria«, asegura en otro punto de su artículo, «usa la escuela para su lucha ideológica por el relato».

Afirmaciones a las que ha querido responder la Asociación por la Tolerancia, utilizando como ejemplo la situación del español en la educación catalana. El artículo de Martínez Seijo contiene, en opinión de los integrantes de esta entidad, «afirmaciones vacías, errores de enfoque y, tal vez, falsedades«. «Estamos sorprendidos», afirman los autores de la respuesta, «por el escaso nivel de conocimiento del problema que demuestra el escrito». Algo que achacan o a la «ignorancia» o a la «voluntad de manipular».

Adoctrinamiento infantil para «fer país»

Desde la Asociación por la Tolerancia recuerdan al PSOE que «en Cataluña hay adoctrinamiento infantil«. Un adoctrinamiento que tiene como causa «la ideología separatista que controla el poder y las instituciones» y que, de este modo, persigue «construir la nación«. Subrayan en su escrito que este nacionalismo es «una parte» de la derecha que no incluye de ningún modo al PP.

Interior de una escuela en Cataluña (Europa Press).

La asociación presidida por Eduardo López-Dóriga advierte también al PSOE de que la denuncia del adoctrinamiento en las aulas no es algo que haya promovido el PP, sino que han sido entidades como esta las que tratan de «convencer» desde hace años «y con muchas pruebas» a los poderes del Estado «para que hagan algo». «Y no es que tengamos sospecha de que el Estado no hace nada al respecto», denuncian, «sino que lo sabemos a ciencia cierta». En este sentido, ponen como ejemplo el informe de la Real Academia de la Historia sobre la manipulación de los libros de texto y cómo el Estado ignoró por completo su contenido.

Esta entidad tiene claro que será complicado que el Gobierno pueda controlar la imposición del catalán en las aulas cuando las competencias llevan años transferidas a la Generalitat. Además, consideran que, en la situación actual, es «imposible» que los alumnos alcancen competencias plenas tanto en catalán como en español. Sobre todo porque solo los catalanoparlantes se están educando en su lengua materna, mientras que los castellanohablantes lo están haciendo en un idioma que no es el suyo.

Registro culto

La asociación rechaza, por otro lado, que sea cierto que los alumnos acaben sus estudios dominando plenamente tanto el catalán como el español. «Si la lengua cooficial es la única vehicular», advierten, «acabarán todos dominándola, pero no el español en su registro culto. Los hispanohablantes sí lo dominarán coloquialmente porque lo traen adquirido de casa. Los otros, ni eso».

Finalmente, la Asociación por la Tolerancia pone el dedo en la llaga al recordar que, con la nueva legislación, las familias seguirán sin poder elegir en qué modelo lingüístico quieren educar a sus hijos. Algo que consideran, además de un ejercicio de libertad, una manera de garantizar que los alumnos reciban las clases en su lengua materna. Si no respeta a los castellanohablantes, apuntan, por qué sí debe hacerse en el caso de los niños «hablantes de catalán, gallego, valenciano o vasco». Y se preguntan: «¿Por qué no deberíamos favorecer la cohesión nacional española, o en cada comunidad con cooficialidad lingüística, educando en la lengua mayoritaria que, casualmente, también es el español?».

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