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14-F, una lectura y una apuesta tras estas elecciones

Los socialistas Pedro Sánchez y Salvador Illa en el cierre de campaña del PSC (Europa Press).

Aunque se le llame fiesta de la democracia, unas elecciones son una cosa muy seria que no siempre se han podido disfrutar. Mucho se ha luchado por extender el derecho del voto a toda la población. Mucho ha transcurrido desde que en 1810 se convocaron las primeras elecciones a Cortes en España, que ni mucho menos fueron universales. La determinación de sufragio activo estaba claramente condicionada por un censo confeccionado sobre criterios de sexo, posición social y educación.  Por su parte el sufragio pasivo quedaba reservado según el nivel de rentas que debían tener los elegibles. Hasta que Clara Campoamor y Victoria Kent no obtuvieron el reconocimiento del derecho al sufragio femenino, y hasta que Francisco Franco no rebajó la edad para votar a los 18 años actuales, se podía decir que las elecciones sí podían ser una fiesta para algunos privilegiados, pero desde luego no respondían al principio de Demos y de Kratos con el que se ha bautizado el sistema de gobierno del pueblo. 

Me gusta resaltar que, si bien la obligación de los gobernantes a someterse al juicio del pueblo no es excusable, (véase la sentencia del pasado 1 de febrero de nuestro TSJ de Cataluña anulando la desconvocatoria de elecciones), el derecho a votar sí es renunciable y nadie está penado por no acudir con su voto a las urnas, por mucha falta de reconocimiento que ello suponga para los que tanto lucharon por conseguirlo. 

Seguramente el elector no es consciente de la esforzada lucha por obtener el derecho al sufragio.

Nicolás de Salas

Por ello, a medias entre el deber y el derecho, del pasado 14-F extraigo las siguientes conclusiones y apuestas:  

1ª) Demoscópica. Los resultados son legítimos y ejecutivos y de inmediata acción política, pero no son fiables a nivel demoscópico. Un 46,45 % de abstención (de gente que renunció a su derecho de voto) invalida cualquier proyección definitiva y dispara directamente contra la indiferencia del electorado ante una oferta política no satisfactoria.  

Seguramente el elector no es consciente de la esforzada lucha para obtener el derecho al sufragio, pero si ese elector, a pesar de la pandemia, quisiera haber votado a una opción que le resultará muy atractiva, lo hubiera hecho. Quedarse en casa, a excepción de los impedidos por causa de salud, ha sido pues el reflejo de una impotencia ante la ausencia de opciones electorales. 

2ª) Ideológica. La radicalización de unos aumenta la radicalización de otros. (De ahí el aumento de la CUP y de VOX).  

El ciudadano catalán desea mayoritariamente la moderación y la concordia. (De ahí el aumento de la abstención) 

3ª) Territorial. Predomina el sentimiento de lo catalán por encima de lo ideológico. (De ahí el descalabro de C’S y del PP  lo que, en aplicación de la Ley D’Hont, permite una significativa visibilización de los partidos independentistas). 

4ª) Sorpresiva.  El independentismo no crece (pérdida de 739.126 votos) a pesar de que ha habido un rechazo frontal al sucursalismo. (los partidos no independentistas pierden 842.491 votos). 

¿Cuál es mi apuesta de futuro?

A pesar de ser de difícil pronóstico asegurar cuál será el futuro gobierno resultante de estas elecciones, uno u otro habrá y no se repetirá el proceso electoral.  El veto cruzado entre Junts y ECP y las exigencias de la CUP para compartir gobierno hará todo más difícil, pero al final los partidos viven de los cargos y de cuotas de poder, y eso mueve montañas.  Habrá gobierno incluso aun cuando les haga falta el apoyo del PSC ya que la vida política fuera de la política es muy dura y hace mucho frío.  

Según mi visión personal (reconozco que minoritaria tras las elecciones), el Gobierno estará encorsetado en una izquierda populista en donde  se seguirá menospreciando el esfuerzo individual en favor de la dádiva social, lo que es muy preocupante para el progreso de este pueblo. 

Mi sociedad mejor habita en ese espacio sociológico de centro liberal que quiere autoafirmarse como catalán, con autonomía frente al Gobierno pero con reconocimiento de España.

Nicolás de Salas

Sin embargo, en mi desafiante imaginario en donde busco una sociedad mejor, vislumbro a todos estos electores, que el domingo renunciaron a su voto, reivindicando una mayor ambición social y empresarial que jale para adelante del carro del progreso, en cuyo ámbito se reconozca al emprendedor, aunque triunfe, como un referente a seguir y en el que se desprecie la preocupante trivialidad social que estigmatiza al triunfador como un vividor desapegado de los problemas cotidianos. 

Mi sociedad mejor habita en ese gran espacio sociológico de centro liberal que quiere autoafirmarse como catalán, con autonomía frente al gobierno central, pero con reconocimiento a una España plurinacional y con un rechazo firme a la independencia. Habita en ese espacio ideológico que pudo estar representado en CiU y que hoy no se identifica ni con PP, ni con C’S, ni con las derivas independentistas de la diáspora de Convergencia. 

Las próximas elecciones municipales demostrarán la fuerza de nuestros candidatos y nuestra voluntad de aportar nuevos modos y actitudes.

Nicolás de Salas

Del PP porque debería reconocer la ineludible necesidad de dar un paso al lado permitiendo el nacimiento de una gran plataforma en ese espacio. De C’S porque es una incógnita más próxima a la desaparición que a la relevancia política, y del PdCat porque su posicionamiento suicida de ser más independentista que los independentistas, no solo ha dinamitado sus seguidores sino que le hace afrontar su futuro con una viabilidad económica seriamente comprometida. Además, estoy convencido que los militantes de esos partidos reconocen ese espacio a potenciar. 

“Frente a la crisiactual, la unidad de los partidos no es una opción, sino un deber” (Mario Draghi, Debate de investidura) 

Lliga Democrática representa ese espacio de centro liberal y catalán y personalmente quiero  reivindicarlo, ya sea de forma individual, ya en forma de coalición, para acudir a las próximas elecciones con la seguridad de ofrecer a los votantes la opción que buscaron el 14F y no la encontraron. Las próximas elecciones municipales demostrarán la fuerza de nuestros candidatos y nuestra voluntad de aportar nuevos modos y nuevas actitudes para la gobernabilidad de Catalunya. Buscamos el progreso  a partir del bien común y el respeto entre nosotros. La gente pide políticos que antepongan el bien común a sus intereses partidistas. Eso somos y en eso estamos. 

Nicolas de Salas
Nicolas de Salas
Vicepresidente Lliga Democràtica

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