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¿Anular la deuda pública en manos del Banco Central Europeo?

Sede del Banco Central Europeo, en Fráncfort (Alemania) EUROPA PRESS

Con este mismo título, aunque sin interrogantes, se publicó en EL PAIS el pasado 5 de febrero un artículo, firmado por Thomas Piketty (conocido economista francés), Cristina Narbona (Presidenta del PSOE), Nacho Alvárez (Secretario de Estado con Pablo Iglesias y economista de cabecera de Podemos) y otros economistas.

En dicho artículo se pone de manifiesto que casi el 25% de la deuda pública de los Estados europeos está en manos del Banco Central Europeo (BCE). Estiman un importe de 2,5 billones de euros. A su juicio, es como si nos debiéramos ese dinero a nosotros mismos. Por eso, habida cuenta de la crisis sanitaria y económica en que estamos sumidos, defienden que el BCE condone esa deuda a los Estados. O que la transforme en deuda perpetua sin intereses. Dicen que, a cambio, los Estados se comprometerían a invertir el importe condonado en reconstrucción ecológica y social.

«Casi el 25% de la deuda pública de los Estados europeos está en manos del Banco Central Europeo (BCE). Estiman un importe de 2,5 billones de euros. A su juicio, es como si nos debiéramos ese dinero a nosotros mismos. Por eso, habida cuenta de la crisis sanitaria y económica en que estamos sumidos, defienden que el BCE condone esa deuda a los Estados. O que la transforme en deuda perpetua sin intereses»

artículo, firmado por Thomas Piketty, Cristina Narbona, Nacho Alvárez y otros

Dicha propuesta ha merecido una condena sin paliativos por parte de numerosas instancias, incluido el propio BCE. Se ha dicho que es una propuesta jurídicamente imposible a la vista de la normativa europea. Que es inviable desde el punto de vista económico. Y que es peligrosa desde el punto de vista político.

Para analizar esto, hagamos un poco de historia.

La crisis financiera iniciada en 2008

Tras la quiebra de Lehman en septiembre de 2008 explotó una gran crisis financiera mundial. Todo fue de mal en peor en los años siguientes, sobre todo para los países insultados como PIGS (Portugal, Italia, Grecia, Spain). También para Irlanda. La situación llegó a un punto crítico en 2012. La mala situación de estos países les obligaba a pedir prestado cada vez más dinero a los mercados. Pero los prestamistas dudaban de la capacidad de dichos países para pagar su deuda. Empezaba a ser difícil conseguir dinero prestado y los tipos de interés subían peligrosamente. El bono español a 10 años tuvo que emitirse a un 7% en julio de 2012. Aquello tenía toda la pinta de reventar y llevarse al euro por delante.

Julio 2012: Whatever it takes…

El BCE tardó años en ponerse las pilas. Alemania se resistía a poner la política monetaria al servicio de los países en dificultades. Fueron los duros años del llamado austericidio. Finalmente, la cosa cambió y en julio de 2012, Mario

«El BCE tardó años en ponerse las pilas. Alemania se resistía a poner la política monetaria al servicio de los países en dificultades. Fueron los duros años del llamado austericidio».

Dragui pronunció su “Whatever it takes…”: el BCE compraría en el mercado toda la deuda pública que fuese necesaria para sostener los tipos de interés en niveles tolerables.

De este modo, el BCE puso en marcha su PSPP (Public Sector Purchase Program): Programa de compras de deuda pública de los países del euro. Aquello fue mano de santo. Los tipos iniciaron una senda descendente increíble. Pudimos emitir toda la deuda que necesitábamos y a tipos de interés cada vez más bajos. Ese fue el principio de la recuperación.

Y en 2020 nos embistió la pandemia

Hasta que apareció la pandemia. Para conjurar este nuevo peligro el BCE tuvo que implementar otro programa de compra de deuda pública. Es el PEPP (Pandemic Emergency Purchase Program), que permite al BCE comprar deuda hasta 1,85 billones.

«Hasta que apareció la pandemia. Para conjurar este nuevo peligro el BCE tuvo que implementar otro programa de compra de deuda pública. Es el PEPP (Pandemic Emergency Purchase Program), que permite al BCE comprar deuda hasta 1,85 billones».

¿Cuánto dinero tiene invertido el BCE en deuda pública europea?

A 12 de febrero de este año 2021, el BCE tiene en su activo, en valores de deuda pública de los países del euro, los siguientes importes: 2,36 billones de euros comprados bajo el PSPP y 0,84 billones comprados bajo el PEPP. Total: 3,2 billones de euros.

¿Cuánto tiene el BCE en deuda pública española?

A 31.12.2020, el BCE tiene valores de deuda pública española por importe de 347.000 millones. Este dato procede del Banco de España, que es quien tiene esos valores en su activo. Lo mismo pasa con los Bancos centrales de los demás países: la deuda pública alemana, francesa o italiana, comprada por el BCE, está en el activo de los respectivos bancos centrales de estos países. Esos bancos centrales son los accionistas del BCE y todos juntos forman el Eurosistema.

Habida cuenta de que la deuda pública española a 31.12.2020 ascendía a 1,31 billones (ojo a este astronómico dato), los 347.000 millones poseídos por el Banco de España suponen un 26,5% de la deuda total.

«La deuda pública alemana, francesa o italiana, comprada por el BCE, está en el activo de los respectivos bancos centrales de estos países. Esos bancos centrales son los accionistas del BCE y todos juntos forman el Eurosistema».

¿Y qué ha pasado con los tipos de interés?

La intervención del BCE comprando masivamente deuda pública ha conseguido transmitir a los mercados el mensaje de que el BCE está dispuesto a hacer lo que sea necesario para mantener los tipos de interés en niveles soportables por los países. Para España esto ha sido definitivo.

Desde el “whatever it takes…” los tipos han estado cayendo constantemente. Desde el 7% que se pagaba en julio de 2012 hasta el 0,05% que se pagó en diciembre de 2020. Es una diferencia abismal. A fecha de hoy el tipo de interés del bono español a 10 años está en el 0,33% (ojo a esta subida)

«Desde el “whatever it takes…” los tipos han estado cayendo constantemente. Desde el 7% que se pagaba en julio de 2012 hasta el 0,05% que se pagó en diciembre de 2020. Es una diferencia abismal«.

¿Qué significa esto para la economía española?

Es muy sencillo. Gracias al BCE España puede emitir toda la deuda que necesita. Hay compradores. Y los tipos de interés son magníficos. Esto ha hecho posible que en 2020 el Estado español se haya podido endeudar en 120.000 millones adicionales, imprescindibles para sostener la economía machacada por la pandemia. Sin la intervención del BCE, los tipos se elevarían notablemente. Y para poder pagar los intereses tendríamos que reducir drásticamente pensiones o sanidad. Mejor no pensarlo.

¿Y qué pasaría si el BCE cancelase los 3,2 billones que tiene en su poder?

No entramos en lo que pasaría en el patrimonio del BCE y de los respectivos Bancos Centrales nacionales. No entramos en lo que pasaría con el euro y los tipos de cambio. No entramos en lo que pasaría con la valoración de la deuda que está en manos de otros tenedores. No entramos en el terremoto político en el seno de la UE entre los frugales (Alemania, Holanda, Austria…) y los mal llamados PIGS. Sólo vamos a fijarnos en lo que pasaría con los tipos de interés.

«Cualquiera entiende que, una vez que el BCE renuncie a cobrar a los Estados la deuda pública que tiene en su poder, la consecuencia lógica es que deje de comprar más deuda pública de esos Estados»

Resulta indudable que esa cancelación constituiría la excusa perfecta para que los frugales consigan imponer de una vez por todas su tesis de que el BCE no debe financiar a los Estados. Y que las compras de deuda para mantener los tipos está fuera de los objetivos del BCE. Mucha gente en Alemania piensa así.

Cualquiera entiende que, una vez que el BCE renuncie a cobrar a los Estados la deuda pública que tiene en su poder, la consecuencia lógica es que deje de comprar más deuda pública de esos Estados. Nadie podría obligar al BCE a comprar una deuda que no se cobra. Nadie podría oponerse a tan sencilla conclusión.

¿Y qué pasaría entonces con los tipos de interés? No queremos ni pensarlo.

Transformar la deuda en poder del BCE en deuda perpetua sin intereses es lo mismo que cancelarla.

Menos mal que nada de esto va a ocurrir.

No es raro que Piketty o Nacho Alvárez amparen estas iniciativas. Lo que resulta raro es que lo avale la presidenta del PSOE.

Jesús Santidrian
Jesús Santidrian
Inspector de hacienda jubilado

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