SIL

Ecos Independentistas/ Mucho que negociar todavía

Parlament (Archivo) Foto: Europa Press

El resultado del viernes pasado se repetirá este martes. Como titula la Vanguardia, Junts bloquea y dilata la investidura de Aragonès y ERC pide responsabilidad y confianza. ¿Responsabilidad? Este barco zarpó hace mucho tiempo. Las negociaciones entre ambos partidos se van a alargar tanto como permita la ley, que es hasta el 26 de mayo.

Eso si no se produce una sorpresa de dimensiones milagrosas, como la que sugiere Salvador Sostres en AbcPuigdemont condiciona la investidura de Aragonès…—: «Algunos sectores [de ERC] son partidarios de negociar, discretamente, la investidura de Aragonès con Salvador Illa, para que sin previo aviso el PSC se abstuviera en la segunda votación que se celebrará mañana [martes 30] y los de Puigdemont “se tuvieran que tragar su arrogancia”. A fin de cuentas, ERC cumple con el requisito fundamental que el exministro de Sanidad exigió a cambio de su eventual complicidad, que es el de renunciar, en la próxima legislatura, a cualquier unilateralidad en materia independentista

«Las negociaciones entre ambos partidos se van a alargar tanto como permita la ley, que es hasta el 26 de mayo«

Según la Vanguardia, la postura de JxCat queda resumida en estas palabras de Elsa Artadi: «No queremos agotar los dos meses, seguramente en los próximos días ya lo podremos cerrar.» Es una políticamente suave manera de decir que lo más caliente está en la nevera. Antes del reparto de carteras, las negociaciones han de servir para aclarar, no sólo el papel del Consell per la República —es decir, si a partir de ahora Carles Puigdemont ha de pintar algo o no—, sino aspectos clave como «la coordinación, o la ausencia de ella, en el Congreso de los Diputados, la estrategia a seguir en el Parlament, el timón de los fondos europeos por la crisis de la covid o el papel de la iniciativa privada en servicios públicos como educación y sanidad».

El exilio manda, el interior obedece

El Consell per la República ha dado señales de vida y voluntad de interferir en las negociaciones con un comunicado en que se define como «el espacio desde donde [se] ponen bases de la soberanización de la sociedad catalana y sobre todo donde se habla, se debate y se trabaja en la preparación de todo lo que consideramos imprescindible para ganar la confrontación inevitable con el estado español». Lo que significa que las 92.718 personas que se han adherido, a fecha 29 de marzo, a esta organización privada pretenden asumir un papel de dirección del país, por encima de los órganos de representación que tienen los catalanes, empezando por el Parlamento de Cataluña.

«El nuevo gobierno de la Generalitat tendrá que dejar claro si quiere subordinarse a esta entidad en el exilio o prescindir de ella«

Dicen haber «ido tejiendo una propuesta estratégica que se basa en la idea que es imprescindible preparar las condiciones para culminar el proceso de independencia por medio de un desbordamiento democrático» y que es en su seno donde «se acordarán las estrategias para hacer efectivo aquello a los que nos comprometimos a partir del resultado del referéndum» del 1 de octubre de 2017. El nuevo gobierno de la Generalitat tendrá que dejar claro si quiere subordinarse a esta entidad en el exilio o prescindir de ella; tertium non datur.

Hay que romper los huevos

Mientras tanto, el independentismo insurgente se impacienta. Joan Puig dice que tiene prisa y exclama que sin romper los huevos no avanzaremos hacia la independencia:

«Seguro que tendremos gobierno, pero hace falta tiempo para concretarlo. Sobre todo hace falta tiempo para encontrar la manera de hacer frente al fracaso que todos auguran a la mesa de diálogo. Estos dos años, o quizás menos, deberían servir para preparar el inevitable embate contra un estado incapaz de asumir la democracia que exigen los diferentes pueblos ibéricos. Y todos tenemos claro que desde el interior poco podremos hacer para la creación de estructuras de estado (…) Por eso hay que recuperar el gobierno legítimo de Cataluña y convertir el Consell per la República en el gobierno de la República Catalana en el exilio

A Joan Puig se le escapa, o no, alguna propuesta escalofriante que podríamos ver materializada en el próximo gobierno: «Hay que reconducir el modelo de apoyo a los medios de comunicación: no podemos seguir ayudando a los medios que escriben el relato en contra de la independencia.» Lo que está diciendo es ni más ni menos que el «apoyo», léase subvención, ha de estar condicionado a la postura editorial: o das la razón al gobierno, o no te pago. Muy en la línea venezolana.

Más todavía: «Hace falta que el gobierno de Cataluña en todos sus ámbitos tenga un relato en clave independentista y hace falta que todos y cada uno de los cargos del gobierno lo tengan claro: han de ser desacomplejadamente partidarios de la República Catalana.» Está hablando de los cargos políticos, claro, pero de ahí a la depuración de funcionarios desafectos no hay un gran trecho.

¿Aún hay convergentes?

En defensa de JxCat, Agustí Colomines, en el NacionalTodavía no, Pere—, señala los errores cometidos por ERC en estas elecciones: «El primero, y más grave, es no haber sabido evaluar con quién estaban negociando. Tengo la impresión de que el perfil político de Jordi Sànchez no encaja para nada con la caricatura posconvergente que Esquerra y la burbuja mediática que la acompaña atribuyen a Junts. En 2012, fecha que Aragonès citó reiteradamente para advertir que ellos habían votado a favor de la investidura de Artur Mas, Sànchez y otros muchos dirigentes de Junts estaban muy lejos de CiU. Esquerra le disputa hoy la hegemonía a otro tipo de gente.»

Errores de ERC: «El primero, y más grave, es no haber sabido evaluar con quién estaban negociando«, Agustí Colomines

En cambio Ernest Folch, en el Periódico, cree que se trata de la misma gente. Se pone apocalíptico en defensa de ERCZombies contra Aragonès— y esgrime el fantasma de CDC, a ver si aún queda alguien que le tenga miedo: «Si Junts de repente ha dejado de tener prisa y va tan desvergonzadamente contra la unidad independentista que hasta hace poco reclamaba a los cuatro vientos, y si la presidencia del Parlament se ha convertido, por primera vez y sin que todavía haya legislatura, en un descarado contrapoder, es porque la vieja Convergència (la de siempre aunque con otro logo) se aferra con uñas y dientes al último trozo de poder que cree poder tener.»

Entiende Folch que «el “procés” de verdad no es el que se libra contra España sino el que se libra dentro de Catalunya, y más concretamente dentro del independentismo»,

Entiende Folch que «el “procés” de verdad no es el que se libra contra España sino el que se libra dentro de Catalunya, y más concretamente dentro del independentismo», con lo que viene a dar la razón, al cabo de los años, al augurio de Aznar, que tanta indignación causó, según el cual «antes de romperse España, se romperá Cataluña». Ya lo hemos vivido, con la escisión entre partidarios y adversarios de la independencia; sigue ahora el conflicto cada vez peor disimulado entre las fuerzas independentistas. Este es un separatismo que sólo consigue separar entre sí a la gente que pretende liberar.

NOTICIAS RELACIONADAS

SIL
SIL
SIL

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Lo Más visto

El alcalde de Llívia deja de militar en ERC por el caos en la Cerdanya

El alcalde de Llívia, Elies Nova, ha informado que deja de militar en ERC por las medidas contra la Covid aplicadas en...

El menosprecio de Quim Torra a Puigdemont

Dos de los expresidentes de la Generalitat más extremismas que ha tenido Cataluña, Quim Torra y Carles Puigdemont, se han dado la...

La Legión vuelve a triunfar en redes sociales otro Jueves Santo

Cada Jueves Santo desde hace años, la Legión se convierte en protagonista por derecho propio, al desfilar en Málaga portando el Cristo...

ANÁLISIS / Cuando contar deja de tener sentido

El 27 de agosto publiqué un artículo en este diario titulado “Mejor si dejamos de contar” en el que con cierta ironía...
- Publicidad -