ANÁLISIS | Cambio de ciclo. ¿También en Cataluña?

El resultado de las elecciones en la Comunidad de Madrid puede calificarse de un cambio de tendencia con evidentes repercusiones en la política a nivel general, incluida, como veremos, Cataluña. No se trata de un triunfo más del centro y la derecha en una comunidad que le es propicia. Veamos por qué.

1. Con una participación muy considerable, en las antípodas de la del 14F en Cataluña, el PP se ha acercado a la mayoría absoluta, más que doblando sus resultados de hace 2 años. Y lo ha hecho comiéndose a Ciudadanos —aunque todavía queda ahí un bolsa de votantes del 3,5%— pero con un VOX que no sólo resiste si no que aumenta levemente sus resultados. La victoria ha sido generalizada en toda la comunidad, incluyendo municipios o distritos donde tradicionalmente ganaba la izquierda. A falta de un estudio en profundidad, todo indica que ha habido trasvase de votos entre bloques, elemento clave para calificar o no de cambio de ciclo el resultado electoral. Las razones del cambio de ciclo tienen que ver con la gestión de la pandemia y la identidad madrileña, pero también con una rebelión contra la hegemonia ideológica de la mal llamada corrección política y la política de alianzas del presidente Sánchez.

2. La desaparición práctica de Ciudadanos implica una reordenación del espacio de centro y derecha de alcance nacional. Sín duda el PP será el gran beneficiado pero veremos cual es su repercusión en cada comunidad y, en especial, en Cataluña, cuestión que trataré más adelante.

3. La salida de Pablo Iglesias va a tener, también, repercusión generalizada. La supervivencia de Podemos parece dificil. Su espacio va a ser ocupado de forma muy local por diferentes formaciones. Los comunes en Cataluña, Compromís, Adelante Andalucía, Mareas, Más Madrid, etc. Más Pais saldrá beneficiado pero no podrá competir con las izquierdas regionalistas citadas. Además, probablemente, elimine crispación de la vida política lo que abre una nueva dinámica política de resultado —a estas alturas— todavía muy incierto, pero que puede frenar el creciente protagonismo de VOX.

Repercusión en Cataluña

Como pueden afectar todo lo anterior a la política catalana? Veamos.

1. La posibilidad de un cambio de gobierno español, que puede acelerarse si hay elecciones anticipadas, va a ser sin duda analizada por ERC y Junts condicionando sus decisiones. Por un lado, un gobierno de centro-derecha en Madrid puede favorecer la estrategía de confrontación de los de Puigdemont que podrían estar tentados de forzar una repitición electoral para recuperar el liderazgo del independentismo y capitalizar el previsible endurecimiento de las relaciones con el Estado y liquidar definitivamente cualquier estrategía negociadora. Contra esta hipotesis juega el miedo a que con un independentismo desmovilizado y con un centro-derecha no independentista que tiene necesariamente que restructurarse en Cataluña, cuestión que abordaré más adelante, la mayoría absoluta independentista pudiera estar en riesgo. Muchas de las razones de fondo que explican el éxito de Ayuso están latentes en Cataluña. Eso sí falta un catalizador, pero siempre puede aparecer.

2. Por otro lado, la debilidad de Sánchez puede ser un acicate para resolver cuestiones como el indulto, lo que motivará especialmente a ERC a formar gobierno a cualquier precio.

3. La desaparición de Ciudadanos, partido que ha sido muy relevante en Cataluña, no implica que automáticamente el PP pueda convertirse en una fuerza determinante de la política catalana. Es necesaria una amplia confluencia de fuerzas que vayan del atomizado catalanismo de centro no independentista, hasta el PP, pasando por lo que quede de Ciudadanos. Seguramente la fórmula sea una coalición electoral que visualice la superación, o al menos el aparcamiento, de las divisiones identitarias y capitalice el hartazgo hacia el populismo de izquierdas y el procés con una fórmula alejada del radicalismo de Vox. Es esta una tarea tan urgente como dificil y que para tener éxito necesita un líderazgo dificil de encontrar y consensuar pero que es una prioridad. Pero sin un centro amplio que tiene que ponerse de acuerdo en qué hacer en Cataluña en los próximos años dejando aparcado el tema de la independencia, pretensión que no debería ser imposible, la posibilidad de una alternativa de gobierno en Cataluña, junto al PSC, es imposible.