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Los talibanes lo volverán a hacer

Soldados talibanes.

La gran solución catalana a los problemas del mundo es acoger refugiados. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, habla con Sánchez y ofrece Cataluña para acoger tantos refugiados afganos como haga falta, titulaba hace unos días el Punt-Avui recogiendo unas declaraciones a la ACN. ¡Tantos como haga falta! Del derecho de los afganos a vivir en su país y a ver respetados en él sus derechos humanos, ya ni se habla.

«La gran solución catalana a los problemas del mundo es acoger refugiados (…) Del derecho de los afganos a vivir en su país y a ver respetados en él sus derechos humanos, ya ni se habla»

«Tenemos que prepararnos porque habrá una ola de exilio y una necesidad de ofrecer asilo y refugio a cientos de miles de personas», pide Aragonès. Una cifra inconcreta pero impresionante tratándose de una población estimada en poco más de treinta millones. Igual que para la guerra civil somalí, igual que para la guerra civil siria, igual que para todos los conflictos bélicos existentes en el mundo, la solución mágica es acoger refugiados. A los que hay que añadir los «refugiados económicos» e incluso los «refugiados climáticos». No se concibe el aforo limitado.

El presidente Torra, en un tweet, dice que «estamos ante una crisis humanitaria catastrófica en Afganistán» y pide que Cataluña «dé todo su apoyo a los afganos en grave situación de peligro y vulnerabilidad».

El eurodiputado Carles Puigdemont tweetafirma que pedirá a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo «jugar un papel activo en esta crisis», y considera —otro tweet— que «Europa tiene que aprender a relacionarse directamente con los conflictos que la afectan sabiendo que deberá hacerlo sola si los intereses de EEUU no están en juego (y esto será caro)». Muy cierto; pero eso ¿implicaría substituir a los americanos como potencia ocupante en lugares como Afganistán?

«Europa tiene que aprender a relacionarse directamente con los conflictos que la afectan sabiendo que deberá hacerlo sola si los intereses de EEUU no están en juego (y esto será caro)»

Tweet de Carles Puigdemont

En cualquier caso, es evidente que Europa no puede acoger a todos los refugiados del mundo ni puede permitirse que entre ellos aniden letales células terroristas. Tània Verge, consejera de Igualdad y Feminismos, tiene una receta para arreglar el mundo: «Hasta que no se entienda que para tener paz hay que construirla (“si vis pacem, para pacem”, y no “para bellum”), se sucederán crisis humanitarias.» En el Consejo de Seguridad de la ONU ya están impacientes por que desarrolle su propuesta.

Desestabilización revolucionaria

Pero este “si vis pacem, para pacem” choca con el “si vis pacem, para tumultus” que, en el marco incomparable de la Universitat Catalana d’Estiu, prescribe la diputada (y alcaldesa de Gerona) Marta Madrenas para avanzar hacia la independencia o para implementar la independencia o como quieran llamarlo esta temporada: se trata de «desestabilizar al Estado español para que sienta la necesidad de negociar».

Francesc-Marc Álvaro se lo reprocha —Desestabilizados y embotellados—: fue «un canto a la desestabilización revolucionaria en un ambiente propicio a las épicas de bolsillo» y demuestra «la contradicción que arrastra un partido de Gobierno como Junts, que debe armonizar las servidumbres del realismo institucional cotidiano con una narrativa efervescente de léxico insurreccional que, a veces, pretende ser más contundente que el de los cuperos». Hasta ahora les ha funcionado electoralmente. Y les funcionará mientras dure la digestión de la decepción, que en un considerable segmento social es sorprendentemente lenta.

«La frase de Madrenas, lanzada como una piedra contra los socios de ERC, ilumina la precariedad estratégica de un determinado independentismo, que anuncia lo que no hará, como ese fanfarrón de barra de bar que amenaza a todo el mundo y que, a la hora de la verdad, se larga por la puerta de atrás.» La alusión a Puigdemont es muy clara, pero en honor a la verdad hay que añadir que ninguna facción independentista ni ningún líder están exentos de fanfarronería. Más elegantes unos y más desafiantes otros, todos han compartido un arrebato de suficiencia y megalomanía cuya resaca el país entero arrastra todavía.

«Ninguna facción independentista ni ningún líder están exentos de fanfarronería. Más elegantes unos y más desafiantes otros, todos han compartido un arrebato de suficiencia y megalomanía cuya resaca el país entero arrastra todavía»

Quim Torra aún va diciendo que no hay nada que negociar y que «sólo proclamando la república y defendiéndola en la calle saldremos adelante», como si no nos acordásemos que la república ya fue proclamada y que, si hay que volverlo a hacer porque no se enteró nadie, él estuvo dos años y medio ejerciendo de presidente y su desafío no fue más allá de colgar una pancarta.

«Sólo proclamando la república y defendiéndola en la calle saldremos adelante»

Quim Torra

Volviendo a lo de Afganistán, Joan Tapia en el PeriódicoLas lecciones de Kabul— aporta este símil: «Europa es el jardín de la tercera edad, mientras que China es la fábrica del mundo y la India su oficina informática. ¿Estados Unidos? Eran sólo los seguratas encargados de mantener el orden.»

«Europa es el jardín de la tercera edad, mientras que China es la fábrica del mundo y la India su oficina informática. ¿Estados Unidos? Eran sólo los seguratas encargados de mantener el orden»

Joan Tapia

Por su parte, la Unión Europea no sabe qué quiere ser de mayor; se aleja del atlantismo que garantizó la paz de postguerra y pretende acercarse a cualquier enemigo de la civilización occidental para ganarse su amistad con buenas palabras. Y en Europa abundan las manifestaciones de rechazo a los Estados Unidos cada vez que invaden un país, pero también cuando lo abandonan. Así no hay manera de asumir una misión imperial en el mundo.

Tapia advierte de las consecuencias políticas de la pulsión acogedora que afecta a muchos gobernantes: «El disparo de la inmigración siria en 2015 fue lo que aupó a la extrema derecha alemana contra Merkel. Y el temor a la inmigración es la base del crecimiento del Frente Nacional de Marine Le Pen o de la extrema derecha de Salvini. Y España no está al margen. Vox es ya el tercer partido español y el cuarto catalán.»

Cuotas obligatorias

El mensaje de ERC sobre la cuestión contiene consideraciones como ésta: «Es necesario que la Unión Europea coordine una respuesta unitaria y acoja refugiados procedentes de Afganistán, respetando el derecho internacional en materia de asilo (…) estableciendo, entre otras medidas, corredores humanitarios y cuotas obligatorias para los estados miembros.» ¡Cuotas obligatorias!

Además, se rechaza «el sistema de acuerdos económicos de la UE con países limítrofes a Afganistán para contener allí a los refugiados, como se ha hecho con Turquía y las personas refugiadas sirias». Parece que de lo que se trata es de asegurar que los afganos que huyen se instalen cuanto más lejos mejor de su país, para que les sea más difícil volver.

El comunicado de JxCat se atreve incluso a amenazar: «Los derechos de las mujeres, el derecho a la educación, el derecho de las minorías nacionales y religiosas son innegociables. El régimen talibán debe saber desde el primer momento que violarlos o promocionar el terrorismo yihadista implicará recibir sanciones, también los estados terceros que le den cobertura. Ningún gobierno de la Unión Europea debería reconocer el nuevo régimen talibán si no hay un mínimo respeto a sus derechos.»

Esperamos ansiosos el debate sobre qué represalias podríamos tomar desde Cataluña, España, o la UE. ¿Tal vez el boicot a los narcóticos derivados del opio, que según ElDiario.es representaba, hace tres años, «entre el 20% y el 32% del Producto Interior Bruto de Afganistán»?

Los llamados talibanes con la mano derecha condenan el cultivo del opio mientras con la izquiera se benefician de su comercio. Ahora informa la Razón, «los analistas consideran que se seguirán aprovechando de los beneficios económicos de este cultivo, como ya hicieron en el pasado, y alertan del riesgo de que Afganistán se convierta en un narcoestado».

Narcoestado, base de organizaciones terroristas, foco de irradiación islamista, campo de concentración de sus habitantes, modelo de esclavitud femenina… nadie espera que Afganistán se convierta en otra cosa. La segunda parte del régimen talibán no defraudará a los seguidores de la primera. Mientras, en Europa, lamentos a la luna, y reparto de medallas al más hospitalario. Un usuario anónimo de Twitter ha resumido el plan de esta manera: «China se queda con Afganistán y la UE se queda con los afganos.»

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