Aunque la intransigencia lingüística de la que hace gala el separatismo ha alcanzado su cénit en la actualidad —sin ir más lejos, la Generalitat ha anunciado un plan para vigilar que los niños no hablan en castellano en el recreo—, hace muchos años que lleva ejerciéndose en Cataluña. Prueba de ello es que la escritora que acaba de recibir el prestigioso Premio Cervantes, la uruguaya pero residente en Barcelona, Cristina Peri Rossi (1941), también fue represaliada por el nacionalismo por hablar en español y no en catalán, hasta el punto de que ella mismo afirmó ser víctima de una «persecución lingüística».
Ocurrió en 2007, cuando fue despedida del programa de Catalunya Ràdio Una nit a la terra, en el que llevaba colaborando dos años, porque no era catalanoparlante. En aquel momento, Rossi denunció «haber sufrido un claro caso de persecución lingüística, como otras veces, he sufrido persecución política, bajo la dictadura uruguaya o franquista». Y añadió: «Los fascismos tienen algo en común: siempre son excluyentes. Excluyen por motivos ideológicos, de raza, de sexo o de lengua».
Catalunya Ràdio se disculpó con ella
La discriminación fue tan sangrante que fue denunciada en el Parlament por Ciudadanos y la misma Catalunya Ràdio se vio obligada a pedir disculpas. Así, el director de la cadena pública a la sazón, Oleguer Sarsanedas, se reunió personalmente con Rossi para disculparse por lo ocurrido y ofrecerle la posibilidad de regresar al programa. Tras las disculpas, Rossi afirmó estar siempre «por la conciliación, por la paz y porque no se persiga a nadie por ningún motivo».