SIL

ANÁLISIS / El Govern alivia (un poquito) el IRPF de los catalanes con menos renta

El Govern debe ir rebajando sus gastos porque la administración de la Generalitat está sobredimensionada

Hace tiempo que en este diario venimos insistiendo en que el IRPF catalán castiga de manera descarada a los contribuyentes más modestos. Por raro que parezca, casi nadie se ha unido a nuestra protesta. Veamos.

Sobre los primeros 12.450 euros de base liquidable se aplica en el IRPF catalán un tipo de gravamen del 12%. En cambio, el tipo estatal es el 9,50%. Casi todas las Comunidades aplican este tipo del 9,50%. Madrid aplica un 9%.

OJO! Una base liquidable de 12.450 euros se corresponde con unos rendimientos íntegros del trabajo de unos 18.000 euros. Mucha gente está por debajo de ese nivel. La base liquidable se calcula restando de los rendimientos íntegros la cuota de SS, los 2.000 euros de reducción general y la reducción especial para rendimientos netos inferiores a 16.825 euros.

¿Cuál es la razón por la que este modesto contribuyente catalán es castigado con un tipo de gravamen 2,5 puntos superior a lo que aplica el Estado y las demás Comunidades? No hay otra explicación que la voracidad recaudatoria del Govern, que se ceba especialmente en las rentas más modestas (y más numerosas). 

Veamos los números de este contribuyente.

La cuota íntegra estatal es 1.183 euros (el 9,5% de 12.450). La cuota íntegra autonómica es 1.494 euros (el 12% de 12.450). Son 311 euros de más.

La aplicación del mínimo personal suaviza algo esta diferencia:

De la cuota íntegra estatal se rebajan 5.550 euros al 9,5% = 527, lo que da una cuota líquida estatal de 656 euros. Esto es lo que se paga al Estado.

De la cuota íntegra autonómica se rebajan 5.550 euros al 12% = 666, lo que da una cuota líquida autonómica de 828 euros. Esto es lo que se paga a la Generalitat.

El castigo de este contribuyente es de 828 – 656 = 172 euros.

La ley catalana 5/2020 de 29 de abril, inconstitucional

El Govern quiso aliviar algo este maltrato y la citada Ley dispuso que, si la base liquidable era inferior a 12.450 euros, el mínimo personal aplicable en Cataluña no sería 5.550 euros sino un 10% más, es decir, 6.105 euros.

De este modo, la rebaja por el mínimo personal pasaba a ser 6.105 euros al 12% = 733 euros. Y la cuota líquida catalana queda en 761 euros. Es un regalito de 67 euros.

Así, el castigo de este modesto contribuyente catalán queda en 172 – 67 = 105 euros. Muy poca cosa, francamente.

Pero esta Ley fue recurrida por el Gobierno central y declarada inconstitucional por la reciente Sentencia del TC 186/2021 de 28 de octubre. Era de esperar. El Govern sabía que no lo estaba haciendo bien, pero siguió erre que erre. Al final, el regalito no sólo era irrisorio, sino ilegal.

Afortunadamente, esta Sentencia no tiene efecto retroactivo y nadie tiene que pagar nada por haberse aplicado el mínimo de 6.105 euros en la declaración de 2020. Pero no se lo podrá aplicar en 2021.

Una vía de solución para 2022

Para arreglar este desaguisado, el Govern ha optado por la solución que siempre hemos defendido: rebajar el tipo de la escala autonómica para estas modestas rentas y acercarlo al del resto del Estado. Así lo acaba de anunciar el Sr. Giró. El Govern ha pactado con los Comuns una nueva escala catalana del IRPF, que se incluirá en la Ley de Acompañamiento a la de Presupuestos y entrará en vigor el 1 de enero de 2022. Eso quiere decir que el IRPF del 2021 va con la escala anterior (la que empieza en el 12%) y con un mínimo personal de 5.550 euros.

CÓMO ES LA NUEVA ESCALA CATALANA

En la escala catalana actual, los primeros 17.707 euros de base liquidable tributan al 12%. Este tramo se escindirá en dos: los primeros 12.450 euros irán al 10,5%, y los siguientes 5.257 euros seguirán al 12%.

Esta es la modificación fundamental: rebajar en 1,5 puntos el tipo para las bases liquidables inferiores a 12.450 euros.

¿Cuánto tendrá que pagar nuestro contribuyente en 2022?

Cuota líquida estatal: 12.450 al 9,50%, menos el mínimo personal: 656 euros.

Cuota líquida autonómica: 12.450 al 10,5%, menos el mínimo personal: 724.

Pagará 104 euros menos. Y el castigo quedará en 68 euros.

En resumen: en el IRPF de 2019 y anteriores el castigo es 172 euros. En 2020 el castigo es 105 euros. En 2021 el castigo vuelve a ser 172 euros. En 2022 y siguientes el castigo es 68 euros.

Primera conclusión: hay que rebajar más

Entre un tipo descaradamente excesivo como el 12%, y el tipo generalmente aplicado del 9,5%, el Govern ha optado por una solución intermedia: el 10,5%. Está claro que inicia un buen camino, pero ha andado sólo un poco y hay que seguir andando mucho más por él. Hay que rebajar más.

Un detalle: en Madrid el tipo autonómico hasta 12.450 euros de base liquidable es ahora el 9%. A partir del 1 de enero de 2022, el tipo será el 8,5%. Dos puntos menos que en Cataluña.

HAY OTROS TRAMOS EN LOS QUE SUBE EL TIPO DE GRAVAMEN

La pérdida de recaudación provocada por la bajada del 12% al 10,5% en el primer tramo se va acompensar con una subida en otros tramos de renta.

La subida más importante tiene lugar en el tramo de base liquidable entre 21.000 y 33.000 euros. Hasta ahora ese tramo tributa al 14%. A partir del 1 de enero de 2022 ese tramo tributará al 15%.

El tramo entre 33.000 y 53.400, que tributa ahora al 18,50%, tributará al 18,80%.

No hay más modificaciones.

ALGUNOS EJEMPLOS PARA VISUALIZAR ESTOS CAMBIOS

Base liquidable 12.450 euros. Cuota líquida catalana 2021: 828 euros. Con la nueva escala en 2022: 724 euros. Son 104 euros menos.

Base liquidable 20.000 euros. En 2021: 1.780 euros. En 2022: 1.676 euros. Son 104 euros menos.

Base liquidable 30.000 euros. En 2021: 3.180 euros. En 2022: 3.166 euros. Prácticamente lo mismo. El incremento de tipo queda compensado con la rebaja en el primer tramo.

Base liquidable 40.000 euros. En 2021: 4.895 euros. En 2022: 4.932 euros. Sólo 37 euros más, por la misma razón.

Base liquidable 50.000 euros. En 2021: 6.745 euros. En 2022: 6.812 euros. Sólo 67 euros más, por la misma razón.

En conjunto, el Govern calcula en 19 millones de euros la pérdida de recaudación por la nueva escala. Muy poca cosa.

Conclusiones finales

Por fin, el Govern ha iniciado un camino correcto de rebaja fiscal. Es la primera vez que lo hace. Hasta ahora sólo ha sabido subir los impuestos viejos y crear impuestos nuevos. Ha construido así el sistema fiscal más insufrible de todo el país. El detalle de ahora es muy tímido, pero correcto. Es imprescindible continuar así. Las asignaturas pendientes son numerosas: 

El Impuesto sobre el Patrimonio debe ser suprimido. No lo hay en la UE.

El Impuesto sobre Sucesiones catalán es un estacazo injustificable. Necesita una rebaja en profundidad.

El Impuesto sobre las emisiones de CO2 debe ser suprimido.

Lo mismo ocurre con el Impuesto sobre las Instalaciones que inciden en el medio ambiente (eléctricas y telefónicas).

Lo mismo ocurre con la tasa hotelera.

Y, en paralelo, el Govern debe ir adelgazando sus gastos. Como ha escrito Clemente Polo en este mismo diario, la administración de la Generalitat está sobredimensionada y es cara. Esto no puede seguir así.

Jesús Santidrian
Jesús Santidrian
Inspector de hacienda jubilado

NOTICIAS RELACIONADAS

SIL

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Lo Más visto

El alcalde de Llívia deja de militar en ERC por el caos en la Cerdanya

El alcalde de Llívia, Elies Nova, ha informado que deja de militar en ERC por las medidas contra la Covid aplicadas en...

ANÁLISIS / Cuando contar deja de tener sentido

El 27 de agosto publiqué un artículo en este diario titulado “Mejor si dejamos de contar” en el que con cierta ironía...

La UAB obedece a la Junta Electoral y tapa su mural separatista

La neutralidad de las instituciones es una de las inquietudes de las entidades constitucionalistas catalanas, que han denunciado en numerosas ocasiones como...

Periodistas nacionalistas cargan contra el cónsul de Ecuador en Baleares por criticar la imposición del catalán

De nuevo, criticar la política lingüística del poder nacionalista ha puesto en la picota al autor de los reproches. En esta ocasión,...