Los Mossos d’Esquadra han desmantelado un piso en el barrio del Raval (Barcelona) convertido en un punto ilegal de venta de móviles de alta gama sustraídos. La policía ha podido intervenir más de 120 dispositivos y ha detenido a tres personas relacionadas con los hechos, un hombre de 38 años, otro de 20 un menor de edad.
Los hechos ocurrieron el domingo 30 de enero sobre las 19:30 horas cuando los Mossos fueron requeridos para que se personasen en un portal del barrio del Raval, donde había tres jóvenes a los que les habían robado su teléfono móvil. Las víctimas, según informan los Mossos, no se conocían y coincidieron en el lugar siguiendo el localizador de sus terminales.
Agentes de paisano acudieron al lugar y allí identificaron a un hombre que recibió una llamada para acceder al edificio. Después de identificarlo, durante el registro se le encontraron cinco móviles de gama alta envueltos en papel de aluminio escondidos en el interior de los calzoncillos. El hombre reconoció a los agentes que los había robado la noche anterior y que se dirigía al domicilio donde acostumbraba a venderlos.
Durante el registro se le encontraron cinco móviles de gama alta envueltos en papel de aluminio escondidos en el interior de los calzoncillos
A partir de ahí, los agentes iniciaron gestiones para localizar el posible puto de compra de móviles conseguidos de forma ilícita. Con el consentimiento de la propietaria accedieron al piso en el que identificaron a varias personas. Entre ellos, un hombre que al ver a los policías escondió rápidamente más de 3800 euros en efectivo debajo de un sofá.
Al ver a los agentes, un hombre escondió más de 3800 euros en efectivo debajo de un sofá.
En la habitación de ese hombre se encontró un ordenador portátil y más de 70 teléfonos sobre un colchó0n, presuntamente robados. 20 de ellos ya habían sido denunciados. Ante estos hechos y los indicios recogidos se detuvo a un hombre y a un menor de edad como presuntos autores de un delito de receptación. El 31 de enero, el juez autorizó una nueva entrada a la vivienda donde los agentes encontraron otros 50 terminales, elevando la cifra de teléfonos robados a más de 120.
El 31 de enero, el juez autorizó una nueva entrada a la vivienda donde los agentes encontraron otros 50 terminales, elevando la cifra de teléfonos robados a más de 120.
Los dos detenidos pasaron a disposición judicial el 2 de febrero y el juez decretó su puesta en libertad. El tercer arrestado, investigado por un delito de hurto, quedó en libertad en dependencias policiales para declarar posteriormente ante la autoridad judicial.
