SIL

ANÁLISIS / IRPF: lo están subiendo sin darnos cuenta

Sede de la Agencia Tributaria.

Llevamos bastantes años acostumbrados a una inflación mínima. En los 10 años que van desde 2011 a 2020, la subida anual media del IPC español ha sido de un 0,88%. Irrisorio. Aunque hay que decir que eso revela un débil crecimiento del PIB. Si la economía funciona, tiene que haber cierto nivel de inflación. Por eso el Banco Central Europeo tiene el 2% como objetivo de inflación. Para armonizar estabilidad monetaria y crecimiento.

Sin embargo, el año 2021 nos ha traído una inflación del 6,5%. Y en los tres meses que llevamos de 2022 la inflación se está agravando muchísimo. El crecimiento interanual del IPC a 31 de marzo está en el 9,8% (7,5% en la zona euro). Es un dato tremendo. Hay que remontarse 39 años, hasta 1983, para encontrar un dato peor. Y las cosas no pintan nada bien para lo que falta de este año 2022. Eso nos sitúa en un escenario radicalmente distinto al que hemos visto hasta ahora. 

LOS EFECTOS PERNICIOSOS DE UNA INFLACION ALTA

Una inflación alta es un cáncer para la economía. Machaca el poder adquisitivo de los salarios y las pensiones. Machaca el valor de los intereses a cobrar. Machaca el valor de los activos de renta fija como depósitos bancarios y bonos. Si hay suerte, la inversión en inmuebles y en bolsa pueden quedar a salvo de la metástasis provocada por la inflación. 

Sólo los que tienen cuentas a pagar en importes monetarios fijos reciben alborozados la subida general de los precios. El valor real del dinero que deben entregar es inferior al valor real del dinero que recibieron. Es un consuelo para los países muy endeudados a largo plazo.

UNA INFLACIÓN ALTA OBLIGA A REVISAR LAS TARIFAS DEL IRPF

Los impuestos que van a tipo proporcional (como el IVA, Sociedades o Transmisiones) no precisan revisión del tipo de gravamen, por mucho que aumente el IPC. Evidentemente, en términos monetarios, la recaudación por IVA aumenta con la inflación. Pero, en términos reales, Hacienda sigue recaudando lo mismo.

No ocurre lo mismo con los impuestos que van a tipos progresivos, como el IRPF, que grava la renta por tramos de base liquidable y a tipos crecientes que van (en Cataluña, por ejemplo) desde el 20% al 50%. Por eso, después de un año, como el 2021, con una inflación del 6,5%: 

a) el contribuyente que gana en 2022 los mismos euros que en 2021 está ganando realmente un 6,5% menos, y por eso su cuota a pagar en IRPF tiene que ser menor que en 2021;

b) el contribuyente que gana en 2022 un 6,5% más que en 2021 está ganando realmente lo mismo, y por eso su cuota a pagar en IRPF no puede verse penalizada por la progresividad. Hay que ajustarla a la baja.

La corrección de la inflación en el IRPF 2022 debe hacerse actualizando (deflactando) los tramos de base liquidable en función del índice de corrección adecuado. Lo más cerca posible del 6,5%.

Ese mismo porcentaje de actualización debe aplicarse a las deducciones del IRPF que van por importes monetarios fijos, como los 2.000 euros en rendimientos del trabajo, los importes del mínimo personal y familiar, los 3.400 euros de deducción por tributación conjunta, etc.

Esto ya se ha hecho en España en otras ocasiones. La última en 2008. Posteriormente no ha sido necesario hacerlo dado el bajísimo índice de inflación. Pero ahora estamos en un mundo distinto.

HAY UN FUERTE INCREMENTO DE RECAUDACIÓN

Según cálculos de CINCO DÍAS, no actualizar los tramos del IRPF en el 6,5% implica un incremento recaudatorio de 4.100 millones de euros. De ellos, 1.690 millones proceden de no deflactar los tramos de la tarifa. Los otros 2.410 millones proceden de no actualizar las deducciones. Es una media de 199 euros per capita a pagar de más. 

Cuando transcurren varios años con una inflación elevada, no actualizar las tarifas del IRPF implica un incremento muy fuerte del impuesto. Poniendo un ejemplo en el límite: ganar 30.000 euros anuales en el año 2027 puede ser lo mismo que ganar 20.000 euros en el año 2022. Y el tipo marginal que en 2022 es el 24% pasa a ser el 30% en 2027. Esto es lo que se llama la progresividad en frío. Hay que corregirlo.

EL TEMA DE LAS GANANCIAS PATRIMONIALES

La inflación tiene también un efecto grave a la hora de calcular las ganancias patrimoniales, que tributan en la base del ahorro del IRPF. Cuando se vende un piso o unas acciones, la ganancia se calcula por diferencia entre el valor de transmisión y el valor de adquisición. Pero la ley vigente no permite que este valor de adquisición se actualice por el efecto de la inflación. Se toma tal cual. Y esto es una injusticia absoluta.

Veamos un ejemplo. En febrero de 2011 un contribuyente compró un apartamento por 200.000 euros. Lo vende en febrero de 2022 por 250.000 euros. La ganancia patrimonial que tributa en IRPF es 50.000 euros. Pero restar a capón los euros del 2011 de los euros del 2021 no es justo. Son magnitudes heterogéneas. La inflación entre ambas fechas ha sido de un 17,2%. Por eso, lo correcto es actualizar el valor de adquisición aplicando ese 17,2%, de lo que resulta un valor de adquisición real de 234.400 euros. Y la ganancia patrimonial real que debe tributar es 250.000 – 234.400 = 15.600 euros. Nada que ver con los 50.000. Hay que revisar esto.

QUÉ VA A HACER HACIENDA

La Ministra de Hacienda ha descartado deflactar la tarifa del IRPF por la inflación. Y no dice nada de las ganancias patrimoniales. Está encantada con el aumento de recaudación propiciado por la inflación. Pero hay que decir que no todo vale para recaudar más. No deflactar la tarifa del IRPF con el efecto de una inflación tan fuerte como el 6,5% de 2021 es injusto. Y a ver lo que nos espera. En la práctica, eso supone un incremento (encubierto, pero muy real) de la tarifa del IRPF. Y sin necesidad de Ley alguna.

Sin embargo, si la inflación persiste, Hacienda no podrá negarse a reconocerlo en el IRPF. Es cierto que el Estado tiene que pagar más a pensionistas y funcionarios. Pero para eso recauda más en los impuestos a tipo proporcional. Otra cosa muy diferente, e injusta, es aprovecharse de la progresividad en frío del IRPF. A la chita callando.

Jesús Santidrian
Jesús Santidrian
Inspector de hacienda jubilado

NOTICIAS RELACIONADAS

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Lo Más visto

ANÁLISIS / Cuando contar deja de tener sentido

El 27 de agosto publiqué un artículo en este diario titulado “Mejor si dejamos de contar” en el que con cierta ironía...

El alcalde de Llívia deja de militar en ERC por el caos en la Cerdanya

El alcalde de Llívia, Elies Nova, ha informado que deja de militar en ERC por las medidas contra la Covid aplicadas en...

El separatismo ultra culpa al Govern de «inacción» y de haber puesto «en peligro» la inmersión lingüística

La entidad ultra Plataforma per la Llengua, conocida por fomentar el acoso a trabajadores que no hablan catalán y por espiar a...

Resultados electorales y la tragedia del País Vasco

El cansancio político se deja sentir entre los ciudadanos cuya capacidad de aguante se encuentra ya al límite. Como los acalambrados futbolistas...