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A prisión el conductor acusado de atropellar a ocho ciclistas en Castellbisbal

Está acusado de un delito de conducción temeraria, dos delitos de homicidio, cuatro intentos de homicidio y circular sin permiso de conducir

Los Mossos trasladan a conductor detenido por atropello de ciclistas a juzgados. EFE

El Juzgado de Instrucción número 5 de Rubí, en funciones de guardia ha ordenado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el vecino de Martorell de 41 años acusado de embestir con su coche a un grupo de ciclistas el pasado domingo por la mañana en la carretera C-243c, a la altura Castellbisbal. A consecuencia del atropello, dos ciclistas de 66 y 72 años perdieron la vida y otro continúa ingresado en estado crítico en el hospital de Bellvitge.

A consecuencia del atropello dos ciclistas de 66 y 72 años perdieron la vida y otro continúa ingresado en estado crítico en el hospital de Bellvitge.

Está acusado de un delito de conducción temeraria, dos delitos de homicidio, cuatro intentos de homicidio y circular sin permiso de conducir, ya que se lo habían retirado hace un año. Por todo ello, y por tratarse de una persona reincidente (tiene varios antecedentes, entre ellos uno por un delito contra la seguridad viaria), la Fiscalía pidió prisión para él ante el riesgo de fuga, ya que podría ser condenado a altas penas de prisión.

‘A gran velocidad y bajo los efectos de las drogas’

Según expresa el auto, auto hay «indicios» de que «arroyó frontalmente a un grupo de ciclistas infringiendo gravemente las normas básicas de circulación». A partir del atestado policial, la juez sostiene que indiciariamente «el investigado circulaba a una velocidad superior a la prevista para este tipo de vía, con síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos de las drogas y sin permiso de conducir». Además, «sin ningún motivo aparente, invadió el carril contrario, por donde circulaban los ciclistas y a pesar de que es un tramo donde está prohibido adelantar, llegando a colisionar con la barrera de protección situada en el margen izquierdo de la carretera sin realizar ninguna maniobra para evitar arroyar al pelotón».

«El investigado circulaba a una velocidad superior a la prevista para este tipo de vía, con síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos de las drogas y sin permiso de conducir».

El documento también indica que «teniendo en cuenta las características de la vía y la hora en que ocurrieron los hechos no puede entenderse que existiera impedimento alguno para percatarse de la presencia de un pelotón de bicicletas e intentar de cualquier modo su atropello».

«Teniendo en cuenta las características de la vía y la hora en que ocurrieron los hechos no puede entenderse que existiera impedimento alguno para percatarse de la presencia de un pelotón de bicicletas e intentar de cualquier modo su atropello»

«Pese haber colisionado y los gravísimos resultados de su actuación, el investigado se dio a la fuga sin interesarse por el estado de los perjudicados y sin socorrer a los mismos. Existen indicios suficientes para atribuirle la autoría, pues hay una testigo que vio circular al investigado minutos después con el coche reventado y que lo ha reconocido fotográficamente, así como otros testigos que ubican el coche en el lugar del accidente y vieron la huida», ha indicado el juzgado. Ante todas las pruebas que evidenciarían su culpabilidad, el investigado ha reconocido este martes ante la juez ser el conductor del turismo implicado y, por tanto, el autor de los hechos.

Ante todas las pruebas que evidenciarían su culpabilidad, el investigado ha reconocido este martes ante la juez ser el conductor del turismo implicado y, por tanto, el autor de los hechos.

Un absoluto desprecio por la vida e integridad ajenas

«La propia conducta del investigado denota un absoluto desprecio por la norma así como por la vida e integridad ajenas a la vista de que ya abandonó el lugar del accidente con conocimiento de la elevadísima probabilidad de haber matado alguno de los ciclistas». Para la juez, este extremo lleva a pensar que «el miedo a responder por sus actos pueda verse agravado ahora por las elevadas consecuencias a las que se enfrenta». Por ello, y porque no puede descartarse «el riesgo de que repita su conducta y deje de comparecer en ulteriores fases del procedimiento y, por tanto, sin que se pueda asegurar su presencia en el proceso», la juez ha ordenado su ingreso en prisión provisional y sin fianza.

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