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OPINIÓN | El atraco mortal en el bingo de Tortosa: ¿Un fallo policial?

El bingo de Tortosa donde tuvieron lugar los hechos. EFE.

La semana empezaba con una trágica noticia que llegaba desde la provincia de Tarragona. Un grupo armado había entrado en el bingo de la localidad de Tortosa y había acabado con la vida de la empleada del local pocos minutos antes de que el reloj marcara la una de la madrugada.

La empleada, que sólo llevaba trabajando tres días en el local recreativo, tuvo tiempo de apretar el botón del pánico antes de recibir un disparo en la cabeza que acabaría con su vida casi al instante. 

En aquel momento sólo quedaba un cliente en el local. Su testifical sería determinante para la investigación pero la vida del sujeto estaba en peligro y debía ser intervenido quirúrgicamente de urgencia para extraerle una bala. Había recibido un disparo por la espalda al intentar enfrentarse a los asaltantes.

El escenario del crimen era confuso. Se desconocía el móvil del atraco. Tampoco se sabía si se trataba de una banda criminal especializada o, por el contrario, de sujetos inexpertos que podían haberse visto superados por el miedo a ser descubiertos. Lo único evidente era el fatal desenlace de la historia.

La investigación y la llamada de la Policía Nacional

El grupo de homicidios de los Mossos d’Esquadra trataba de dar con el móvil del asalto. La violencia de los atracadores y la desproporcionalidad con la que actuaron desubicaba a los investigadores.

De igual modo lo hacía que hubieran huido sin ningún botín más allá del teléfono móvil del cliente agredido. Pocas horas más tarde llegó la llamada determinante: ¡la Policía Nacional alertó al grupo de homicidios de los Mossos d’Esquadra que se encontraban probablemente ante un grupo de tres personas fuertemente armadas y extremadamente violentas!

La Policía de Navarra los conocía y la Guardia Civil tenía interceptadas sus comunicaciones por orden judicial. No era la primera vez que la banda entraba en salones de ocio o recreativos. Lo había hecho en los alrededores de Navarra pero la presión policial —que tenía el cerco muy acotado— les hizo cambiar de rumbo dirección a Tortosa donde perpetraron su último atraco.

¿Falló la comunicación entre cuerpos de policía?

Lamentablemente, la coordinación entre los distintos cuerpos policiales del Estado falló. La Guardia Civil tenía interceptadas las comunicaciones por orden judicial y conocía que la banda criminal había emigrado a Tortosa alojándose en un hotel de la localidad.

Por su lado, la Policía Nacional tarraconense había sido informada por los compañeros de Navarra de la violencia con la que los asaltantes solían actuar. Sabían que se trataba de individuos que solían ir fuertemente armados y que eran extremadamente peligrosos.

Los Mossos d’Esquadra no sabían nada. Nadie les informó hasta que, horas después del atraco mortal, el grupo de homicidios de la policía catalana recibió una llamada de la Policía Nacional poniendo a su disposición las identidades de los atacantes así como una matrícula de un vehículo con el que solían circular.

Tras un fallo tan elemental de comunicación entre cuerpos policiales, y un claro símbolo de debilidad en lo que a seguridad se refiere, aun espero la comparecencia del ministro del Interior para evaluar la grave situación acontecida

Resultó que aquel mismo vehículo se había saltado un control policial de los Mossos d’Esquadra aquella misma noche, muy probablemente mientras se dirigían al bingo de Tortosa donde acabarían con la vida de la empleada.

El Ministerio del Interior guarda silencio

Tras un fallo tan elemental de comunicación entre cuerpos policiales, y un claro símbolo de debilidad en lo que a seguridad se refiere, aun espero la comparecencia del ministro del Interior para evaluar la grave situación acontecida.

La seguridad es uno de los bienes más preciados cuya garantía compete en exclusiva al Estado. Ante las fortalezas: ¡elogios! Y ante las debilidades: ¡autocrítica, transparencia y trabajo!

Es absolutamente incomprensible que el sistema de intercomunicación entre los distintos cuerpos del Estado fallara sin que nadie comparezca a pedir perdón. Y lo es todavía más cuando los Mossos d’Esquadra son los que tienen atribuida la competencia en seguridad ciudadana, no habiendo sido tan siquiera alertados de la presencia de la banda criminal en tierras catalanas.

La seguridad es uno de los bienes más preciados cuya garantía compete en exclusiva al Estado. Ante las fortalezas: ¡elogios! Y ante las debilidades: ¡autocrítica, transparencia y trabajo!

Pablo De Palacio
Pablo De Palacio
Abogado y Criminólogo. Me interesa la política y la justicia que huye de los dogmas del poder. Pertenezco a la Asociación Liderem en el campo de la Ciberdelincuencia & Seguridad.

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