El nacionalismo catalán repite con frecuencia que la inmersión lingüística catalana —que excluye el español como lengua vehicular— es un modelo avalado internacionalmente. Sin embargo, la realidad dista enormemente de ser así. En primer lugar, la Unesco defiende la educación en lengua materna, apostando por tres lenguas vehiculares: la materna, una regional o estatal; y una internacional. Por otro lado, los expertos extranjeros consultados sobre el asunto suelen mostrar su estupefacción cuando se les informa del veto que el castellano sufre en Cataluña.
En este sentido, la prestigiosa pedagoga sueca Inger Enkvist, ha manifestado su rechazo al modelo catalán en una entrevista en La Lectura, suplemento cultural de El Mundo, en la que recuerda que lo que ocurre en Cataluña «no sucede en ningún otro lugar del mundo».
«De nuevo, para imponer una ideología están dispuestos a dejar a la mitad de los alumnos en una situación desfavorable. Por odio a otros, no a los niños, sino a sus padres, o a lo que representan, permiten el maltrato», señala Enkvist. Y es que, a su juicio, «cuesta entender que los maestros lo acepten y, encima, que piensen que es bueno para los niños».