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ANÁLISIS / Más deuda y más déficit hasta 2026 (I)

En 2021 y 2022, el stock de deuda creció 6,05% y 5,22%, respectivamente, y el PIB 6,40% y 5,77%, respectivamente

Sede de la Agencia Tributaria.

Las previsiones incluidas en el Escenario Macroeconómico presentado por la vicepresidenta Calviño en Bruselas el pasado 28 de abril anticipaban un déficit de las AA. PP. de 3,9 % del PIB en 2023, 3 % en 2024, 2,7 % en 2025 y 2,5 % en 2026. Hay que decir que estas previsiones eran sustancialmente más bajas que las proyectadas por el Banco de España el 22 de marzo: 2 décimas en 2023, 5 décimas en 2024 y 1,7 puntos porcentuales en 2025. El escenario macroeconómico incluido en el Plan Presupuestario 2024 (PP-2024) del Reino de España remitido por el Ministerio de Hacienda y Función Pública a la Comisión Europea el 15 de octubre (véase, también la Nota de prensa publicada) confirma las optimistas previsiones de abril y mantiene el déficit de las AA. PP. en 3,9% del PIB para 2023 y 3% para 2024, evitando incurrir en un déficit excesivo. Montero alardea de haber reducido la ratio deuda/PIB por debajo del 110% un año antes de lo previsto y la sitúa en 108,1% en 2023 y 106,3% en 2024. En realidad, el PP-2024 viene a confirmar que, pese a contar con los recursos extraordinarios del fondo Nueva Generación, este gobierno no tiene intención de disminuir el stock de deuda en términos absolutos ni de acabar con los déficits que lo alimentan.

Deuda privada y pública

La deuda puede considerarse el lastre que gobernantes dejan a los ciudadanos al financiar gastos sin contar con los recursos suficientes para cubrirlos, y cuando lo utilizan de forma sistemática puede calificarse como una suerte de estafa legal al servicio de políticas populistas implementadas por quienes gobiernan para ganase el favor de quienes han de votarles hoy, a sabiendas de que ellos mismos, si son jóvenes, o sus herederos se encontrarán antes o después la factura en un cajón. Los ciudadanos conocemos perfectamente el significado de endeudarse, si bien existen dos diferencias importantes entre las deudas privada y pública. Cuando los ciudadanos de a pie incurrimos en una deuda debemos responder ante el prestamista con nuestras rentas futuras y nuestro patrimonio para pagar los intereses devengados y devolver el préstamo, a diferencia de los gobernantes que cuando abandonan sus cargos se van libres de polvo y paja y dejan a los ciudadanos la deuda acumulada en herencia. 

Hay una segunda diferencia más sutil y relevante. La mayoría de las economistas profesionales consideran apropiado que los Bancos Centrales instrumenten políticas monetarias expansivas y los gobiernos financien emitiendo deuda pública los gastos extraordinarios acometidos para compensar las caídas del consumo de las familias y la inversión de las empresas. Implementar una política fiscal contracíclica es una práctica generalmente aceptada como remedio para mitigar la severidad de las recesiones económicas. Pero dicho esto, conviene distinguirla de las políticas populistas que recurren al endeudamiento de las AA. PP. en cualquier circunstancia, tanto cuando el viento sopla de frente (recesiones y crisis financieras) como cuando sopla de cola (fases expansivas).

Deuda y más deuda

El volumen de deuda pública ha registrado un aumento sin precedentes en tiempos de paz en España. El Gráfico 1 muestra el imparable ascenso registrado desde mediados de 2008 hasta junio de 2023. La primera etapa cubre los años de la Gran Recesión y subsiguiente crisis financiera que abarca casi toda la segunda presidencia de Rodríguez Zapatero (2008-2011) y los dos primeros años del primer mandato de Rajoy (2012-2013). En el primero de esos subperíodos se registraron 8 trimestres de variación interanual negativa del PIB, 5 desde el cuarto trimestre de 2008 hasta el cuarto trimestre de 2009 y 3 más desde el segundo trimestre de 2011 hasta el cuarto trimestre de 2011; y en el segundo subperíodo otros 8 trimestres de tasas interanuales negativas desde el primer trimestre de 2012 hasta el cuarto trimestre de 2013. 

Gráfico 1. Evolución de la deuda pública en millones de euros 1995-2023

Fuente: elaboración propia con cifras las cifras del Banco de España.

Fue, sin duda, la fase contractiva más larga de la economía española registrada en la Contabilidad Nacional que se vio, además, agravada por el aumento de la prima de riesgo de nuestra deuda hasta septiembre de 2012 y por la quiebra de numerosas entidades de crédito, principalmente cajas de ahorros. Quizá no todo se hizo bien, especialmente desde las instituciones europeas cuyas equivocadas políticas monetarias y de austeridad fiscal al principio de la Gran Recesión la alargaron, agravando la crisis financiera, pero pocos dudan de la conveniencia de aplicar políticas fiscales expansivas y acumular deuda para mitigar su impacto. Se podría afinar más y debatir la utilidad de algunas de las políticas de gasto implementadas durante esos años, como los Planes E de Zapatero, y la gestión realizada de la crisis financiera, pero al menos cabe decir en descargo de ambos gobiernos que se enfrentaban a una recesión y una crisis financiera especialmente severas

Zapatero acumuló 352.405,0 (=743.043,2-390.638,2) millones de deuda desde junio de 2008 hasta diciembre de 2011, o 25.171,8 millones cada trimestre. Y Rajoy sumó 282.612,0 (=1.025.655.2-743.043,2) millones desde diciembre de 2011 hasta diciembre de 2013, o 35.326,5 millones cada trimestre. A pesar de que la economía empezó a recobrar el pulso a partir de 2014, la deuda continuó aumentando hasta alcanzar 1.202.858,8 millones a finales de junio de 2018, cuatro semanas después de que Rajoy perdiera la moción de censura y Sánchez fuera aupado a la presidencia sin pasar por las urnas. En esos dos años y medio, los gobiernos de Rajoy añadieron 177.203,6 millones (= 1.202.858,8-1.025.655,2) al stock de deuda, esto es, aproximadamente 12.657,4 millones al trimestre.

El endeudamiento siguió aumentando con Sánchez ya en la presidencia durante los seis trimestres transcurridos hasta el inicio de la pandemia, aunque a menor ritmo, al tener las manos atadas en 2018 por los presupuestos heredados de Rajoy y al verse obligado a prorrogarlos por falta de respaldo parlamentario en 2019. No obstante, Sánchez, acumuló 20.496,6 (=1.223.355,4-1.202.858,8) millones de deuda pese a que la economía crecía a buen ritmo. El inicio de la pandemia produjo una nueva sacudida en el gasto público y se añadieron 189.362,0 (=1.424.717,4-1.223.355.4) millones a la deuda entre diciembre de 2019 y junio de 2021, con un aumento trimestral de 31.560.3 millones. Pero una vez iniciada la recuperación, los gobiernos de Sánchez acumularon 144.025,5 (=1.568.742,9-1.424.717,4) millones más de deuda hasta alcanzar 1.568.749,2 millones en junio de 2023, sumando 18.003,3 millones de media cada trimestre. Una auténtica irresponsabilidad sobre la que naturalmente la UE guardó un imprudente silencio.

Porcentaje de la deuda sobre el PIB nominal

La evolución del porcentaje de la deuda pública sobre el PIB nominal (PIBn) depende del numerador cuya evolución acabamos de examinar y de la evolución del denominador, el PIBn expresado en millones de euros que, a su vez, está determinada por la evolución del PIB a precios constantes (PIB) y del nivel general de precios. A igual aumento del PIB a precios constantes, la ratio Deuda Pública sobre el PIB nominal (Deuda/PIBn) será menor cuanto mayor sea el aumento de los precios y, por tanto, del PIBn; por otra parte, a igual variación de los precios, la ratio aumentará más cuanto mayor sea la caída del PIB durante las fases recesivas. El propósito de estos comentarios generales es facilitar la valoración de la evolución de la ratio Deuda/PIBn en el Gráfico 2.

Gráfico 2. Evolución de la deuda pública en porcentaje del PIBn 1995-2023

Nota: el PIB utilizado es el PIB acumulado en el trimestre de referencia y en los tres trimestres anteriores y la deuda el stock al final del trimestre de referencia.

Fuente: elaboración propia con las cifras de deuda (PED) del Banco de España y de la CNTR del INE.

Como puede observarse, la ratio Deuda/PIBn disminuyó hasta finales de 2008 a causa de los tímidos aumentos de la deuda en términos absolutos y del fuerte crecimiento del PIB y del PIBn durante la fase expansiva 1995-2008. Entre 2008 y 2013, al fuerte aumento de la deuda ocasionado por el desplome de los ingresos y el aumento del gasto público que dispararon los déficits de las AA. PP., se sumó la caída del PIB y la ratio se duplicó hasta alcanzar 69.85% del PIBn en diciembre de 2011, y continuó aumentando hasta situarse en 100,49% a finales de 2013. A partir de ese momento y hasta finales de 2019, pese al aumento de la deuda en circulación en términos absolutos, la ratio se mantuvo en el entorno del 100% gracias a la recuperación del PIB. Entre finales de 2019 y marzo de 2021, la irrupción de la pandemia volvió a disparar la deuda y ello sumado al desplome del PIB a causa del confinamiento decretado por el gobierno, elevaron la ratio hasta 125,05 % en marzo de 2021, todo un hito histórico.

A partir de ese momento, el crecimiento más moderado de la deuda, la recuperación del crecimiento del PIB y el fuerte aumento de los precios desde el primer trimestre de 2021 explican la notable mejoría observada hasta junio de 2023 en que la ratio Deuda/PIBn alcanzó 111,15%. Ahora bien, conviene examinar con más atención lo ocurrido. En 2021 y 2022, el stock de deuda creció 6,05% y 5,22%, respectivamente, y el PIB 6,40% y 5,77%, respectivamente. La similitud de las tasas de crecimiento de la deuda y el PIB implica que, en ausencia de crecimiento de los precios, la ratio Deuda/PIBn se habría mantenido prácticamente constante. E incluso la situación podría decirse que ha empeorado en los primeros meses de 2023 puesto que la deuda creció 6,35% entre junio de 2022 y junio de 2023 y el PIB lo hizo tan sólo en 1,75%.

A la vista de que la deuda acumulada continúa creciendo y las reducciones observadas en la ratio Deuda/PIBn se explican en mayor medida por el aumento de los precios que por el crecimiento del PIB, nos parece impúdico que la ministra Montero saque pecho por la reducción de la citada ratio y alardee ante Bruselas de haber “adelantado en un año el objetivo de situarla por debajo del 110% del PIB”, cuando en realidad es el aumento de los precios que asfixia la economía familiar lo que explica su reducción en 2021, 2022 y lo que llevamos de 2023. Un engaño más de este gobierno.

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