Después de que la investigación por Tsunami Democràtic —plataforma que organizó las protestas violentas contra la sentencia del procés— contemple que los activistas a sus ordenes pudieran cometer delitos de terrorismo, tanto el separatismo catalán como el Ejecutivo de Pedro Sánchez han negado enfáticamente dicha posibilidad. «Seamos serios, ¿de verdad alguien cree que es comparable el proceso independentista con el terrorismo que sufrió España durante décadas? ¿De verdad alguien lo cree?», llegó a afirmar el ministro de Justicia Félix Bolaños. Mientras, Junts lo achacó a una «estrategia conspiranoica» por parte del PP.
Estas reacciones chocan con las declaraciones que el expresident fugado y líder de Junts, Carles Puigdemont, efectuó en 2018 a raíz de los activistas constitucionalistas que retiran lazos amarillos del espacio público. «Este verano supimos muy bien hacer frente a otra provocación, cuando hubo estos comandos terroristas que sacaban (sic) lazos amarillos. ¿Se acuerdan ustedes? Gente encapuchada de noche, con cuchillos, armas blancas, organizados que hostigaban a la gente y que operaban como comandos por las noches», señaló Puigdemont ante los medios, tal y como ha recordado el tuitero Goslum.
