Una de las reclamaciones históricas del nacionalismo es que el Gobierno central hiciera publica las balanzas fiscales. Supuestamente, ello daría a conocer el supuesto déficit fiscal al que estaría sometida Cataluña, que según el secesionismo ronda los 22.000 millones —una cifra poco realista que ha sido desmentida, entre otros, por el socialista Josep Borrell en el libro Los cuentos y las cuentas de la independencia—. Sin embargo, a demanda del secesionismo, el Ministerio de hacienda publicó ayer los datos brutos a partir de los cuales las comunidades autonómas pueden calcular las balanzas fiscales. Y los resultados no son los esperados.
Así, según cuenta hoy El Mundo, la pensiones catalanas no serían sostenibles en una Cataluña separada del resto de España. Es más, Cataluña es la región en la que la Seguridad Social es más deficitaria: ingresa 22.714 millones de euros anuales —según datos de 2021— y gasta al año 27.085 millones en el pago de de las prestaciones a los pensionistas catalanes. Esta situación deja un déficit de 4.370 millones de euros cada año, el más alto de todo del conjunto de España seguido del de Andalucía (4.145 millones) y País Vasco (3.568 millones). De hecho, las únicas regiones no deficitarias son Madrid, Baleares y Ceuta y Melilla.