El Banco Sabadell ha decidido regresar a Cataluña casi ocho años después de su salida, en un momento en que el procés se encuentra en horas bajas. Este movimiento lo convierte en el primer grupo empresarial en reinstalarse en la Ciudad Condal, donde busca frenar la OPA de BBVA y ganar apoyos políticos.
La entidad bancaria, liderada por Josep Oliu, ha planteado un marco hipotético que resalta las posibles consecuencias de una absorción exitosa por parte de BBVA. Según sus estimaciones, esta operación podría reducir la competencia en el sector, afectar negativamente el acceso a créditos para las pequeñas y medianas empresas (pymes) y provocar la pérdida de hasta 4.000 puestos de trabajo en la comunidad catalana.
Con su regreso, el Banco Sabadell también pone presión sobre el BBVA con el propósito de que mejore las condiciones de su OPA, lo que podría influir en la percepción pública y política de la operación. Sin embargo, la vuelta del banco no está exenta de controversia.
Visiones dispares…
Algunos secesionistas, como la periodista Pilar Carrecelas, han calificado a la entidad de «traidora» por haber abandonado en 2017, mientras que otros, como el empresario Santiago Espot, celebran su regreso como una victoria frente al Estado.
Heus ací el retrat de la derrota.https://t.co/90suTch9OY— Santiago Espot (@santiagoespot) January 21, 2025
No ho fan per això. El Banc Sabadell és la definició més exacta que tenim avui dia de botifler. https://t.co/W2JmXwpRXB— Pilar Carracelas (@pilarcarracelas) January 22, 2025
¿Quo vadis economía?
Además, los máximos mandatarios del Sabadell envían un claro guiño al Partido Socialista, pero no sin una contrapartida: buscan poner al Ministerio de Economía contra las cuerdas, ya que son ellos quienes tienen la última palabra en la aprobación de la OPA.