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Las palabras de Starmer sobre Ucrania y EE.UU. incendian las redes británicas

La opinión pública se divide ante lo que promete ser un costoso proceso de paz

Las palabras de Starmer sobre Ucrania y EE.UU. incendian las redes británicas
Keir Starmer. / X.

Keir Starmer, primer minsitro del Reino Unido, ofreció ayer una rueda de prensa en relación con las conversaciones de paz para Ucrania, el rol de Europa en el conflicto y la relación del con los Estados Unidos. Starmer fue tajante en sus declaraciones: Europa debe asumir el rol principal en la resolución de la guerra con Rusia, subrayando que este esfuerzo requerirá de un respaldo sólido por parte de los EE.UU.

“Estamos en un momento crítico para la seguridad del continente. Europa debe encabezar las garantías de paz, pero ningún acuerdo será duradero sin el apoyo estadounidense”. En esta línea, el líder británico propone la creación de una coalición de voluntarios liderada por Reunio Unido y Francia para apoyar militar y económicamente a Ucrania.

La receta es clara: aumento masivo en el gasto militar europeo, financiación del armamento ucraniano –a través de fondos rusos congelados– y el compromiso de respaldar su apuesta de paz con tropas sobre el territorio.

Reacciones

Las palabras de Starmer se alinean con las de los aliados clave de la Europa Occidental. A nivel político, Ursula von der Leyen -presidenta de la Comisión Europea- ha expresado una postura homóloga, llamando a «rearmar Europa ugentemente» con inversiones económicas masivas. Estas declaraciones coinciden con la tónica general de los líderes de los estados miembros de la Unión, que reafirman en su mayoría el compromiso de la UE con Ucrania y se muestran dispuestos, junto con Starmer, a efectuar las inversiones y esfuerzos necesarios para acabar con el ya prolongado conflicto.

Por su parte, el Kremlin recibe con disgusto sus declaraciones, dejando claro que cualquier iniciativa militar que no cuente con la aprobación explícita de Rusia será interpretada como una «incitación a la guerra». «Macron y Starmer llevan tiempo dando vueltas a ideas como el entrenamiento de miles de pacificadores», ha declarado el ministro de exteriores ruso, Sergei Lavrov, «pero este plan de meter ‘fuerzas de paz’ en Ucrania no es más que una nueva incitación del régimen de Kiev a la guerra contra nosotros».

A nivel interno, las declaraciones del Primer Ministro parecen haber generado más división. Si bien es cierto que una parte sustancial de la opinión pública británica parece alinearse con la postura expresada por Starmer, con una fuerte apuesta por liderar el proceso de paz con independencia a los costes monetarios, un sector también significativo responde con más contundencia, señalando que el país enfrenta problemas «más acuciantes».

Los detractores afean así las prioridades del Gobierno británico, aseverando que la nación enfrenta cuestiones más urgentes como la desprotección de los más vulnerables o la creciente ola de inseguridad que asola Europa. En este sentido, sectores de electores «no pueden entender» la predisposición de su primer ministro a desplegar amplios recursos y tropas en un país estranjero cuando, a su parecer, su propia patria vive inmersa en un estado de «permanente inseguridad».

En un contexto de de suma complejidad diplomática, la canalización de la opinión pública en los estados que faciliten recursos para la consecución de la paz en Ucrania promete ser un reto fundamental. La impopularidad de la guerra, sumada a una creciente tendencia digital del sentir general contra la figura de Zelensky y la prolongación del conflicto se plantean como un serio problema por parte de los líderes europeos a la hora de liderar lo que promete ser un costoso proyecto de paz.

Guillem Espaulella
Guillem Espaulella
Politòleg per la Universitat Pompeu Fabra.

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