Donald Trump instó ayer al Congreso de los Estados Unidos a aprobar un proyecto de ley que prohíba y penalice los procedimientos transgénero en menores, calificándolos el mandatario de «mutilación sexual». En su discurso ante una sesión conjunta en el Capitolio Trump ha aseverado: “Quiero que el Congreso apruebe una ley que prohíba permanentemente y criminalice los cambios de sexo en niños y termine para siempre con la mentira de que un niño está atrapado en el cuerpo equivocado”. Añadió un mensaje a los menores: “Nuestro mensaje a cada niño en América es que eres perfecto tal como Dios te hizo”.
🚩 #AlMomento | “Cortamos el financiamiento a instituciones que participan en la mutilación sexual a nuestros jóvenes. Pedimos al Congreso que apruebe una ley que prohíba el cambio de sexo en menores”: Donald Trump (@POTUS). #OnceNoticiasDigital🔻 pic.twitter.com/ZNjAODjDi6
— Once Noticias (@OnceNoticiasTV) March 5, 2025
La propuesta llega tras órdenes ejecutivas previas de Trump al inicio de su mandato, que cortaron fondos federales a escuelas que promueven la ideología de género y a instituciones que realizan estas intervenciones en menores. Más de dos docenas de estados liderados por republicanos ya han implementado leyes similares auspiciados por el Ejecutico central. Figuras prominentes del espacio conservador -como los senadores Josh Hawley y Roger Marshall- han impulsado legislación nacional al respecto.
Reacciones
En redes, las reacciones han sido marcadamente divididas. Por un lado, los sectores más conservadores y seguidores acérrimos de Trump han aplaudido el discurso, destacando su defensa de los niños y su oposición a lo que consideran prácticas dañinas promovidas por la administración anterior.
Por su parte, críticos y defensores de los “derechos transgénero” han rechazado las palabras del Presidente, argumentando que se tratra de una criminalización de procedimientos que “atenta contra la autonomía personal y la atención médica necesaria para menores con disforia de género”. Los detractores caran ferozmente contra esta afirmación, aseverando que este tipo de patologías no cuentan con suficiente respaldo científico para provocar tratamientos tan drásticos e invasivos en menores de edad.
El debate en redes refleja una polarización profunda: mientras unos ven en la medida una protección esencial, otros la perciben como un retroceso en derechos, en un tema que sigue dividiendo a la sociedad estadounidense y al resto del globo tras el discurso de Trump.