La deportación de Kilmar Abrego García, un salvadoreño de 29 años residente en Maryland, ha encendido un debate político y judicial que enfrenta a la administración Trump con legisladores demócratas y parte del sistema judicial afín. Abrego fue enviado a El Salvador en marzo, pese a una orden judicial de 2019 que prohibía su expulsión por “el riesgo que corría en su país natal”. Ahora, detenido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), su caso divide opiniones: ¿es un inocente padre de familia o un miembro de la peligrosa pandilla MS-13?
Sen. Chris Van Hollen is complaining that El Salvador denied his request to meet with Kilmar Abrego Garcia.
— Charlie Kirk (@charliekirk11) April 16, 2025
Yes, it turns out that American lawmakers have no power to demand a meeting with a foreign citizen in a foreign country. Imagine! pic.twitter.com/ldCVsO0WWd
El senador Chris Van Hollen, demócrata de Maryland, viajó a El Salvador para exigir la liberación de Abrego, calificando su deportación como un “error administrativo agravado por falsas acusaciones de pandillerismo”. Sin embargo, la administración Trump sostiene que Abrego representa una amenaza, narrativa respaldada por el gobierno salvadoreño, que lo mantiene encarcelado. Bukele, en una reciente visita a la Casa Blanca, lo tildó de “terrorista”, negándose a repatriarlo, postura que cuenta con el beneplácito de Donald Trump.
El controvertido caso ha escalado a los tribunales estadounidenses. Paula Millis, jueza, ha declarado ilegal la deportación, y la Corte Suprema ordena facilitar el regreso de Abrego. La Casa Blanca es, sin embargo, tajante, y argumenta que ni puede ni va a intervenir en decisiones soberanas de El Salvador, donde Bukele se niega a repatriarlo. Mientras, recuerdan tragedias causadas por inmigrantes indocumentados, como el asesinato de Rachel Morin en Maryland, así como los antecedentes violentos de Abrego para subrayar la necesidad de medidas firmes.
Kilmar Abrego Garcia had a history of violence and was not the upstanding “Maryland Man” the media has portrayed him as.
— Homeland Security (@DHSgov) April 16, 2025
According to court filings, Garcia’s wife sought a domestic violence restraining order against him, claiming he punched, scratched, and ripped off her shirt,… pic.twitter.com/FpSV0k3i90
En El Salvador, la detención de Abrego en el CECOT refuerza a Bukele, quien goza de amplio apoyo por su lucha contra el crimen. La familia de Abrego, desde Maryland, clama por su retorno, pero la falta de claridad sobre su pasado mantiene el caso en un limbo. ¿Es Abrego una víctima de un sistema implacable o un riesgo que las autoridades han actuado para contener?