Catalunya se ha convertido en el epicentro de las ciberestafas en España. Durante 2024, se contabilizaron 71.772 delitos vinculados a fraudes digitales, según un informe conjunto de la Agència per la Competitivitat de l’Empresa y la Agència de Ciberseguretat de Catalunya. Este volumen de casos sitúa a la comunidad autónoma como pionera en este ámbito delictivo.
El estudio subraya que la cibercriminalidad en el territorio tiene una naturaleza muy definida: el 95% de los casos están relacionados con estafas. Los cargos fraudulentos en cuentas bancarias figuran como el método más habitual, una tendencia que sigue al alza.
Técnicas emergentes
Entre los aspectos más llamativos del informe, se destaca una técnica emergente que afecta a dispositivos del hogar: los televisores conectados a internet. Muchos de estos equipos funcionan con versiones antiguas de Android y se han convertido en una puerta de entrada para el malware, especialmente un tipo conocido como RootSTV, que ya ha afectado a cerca del 24% de las direcciones IP infectadas en la región.
No hay tregua
Pese a que las alertas por ransomware han disminuido notablemente en Catalunya —del 19% en 2023 al 3% en 2024—, se mantiene la preocupación por la fuga de datos: en 9 de cada 10 casos, los ataques con este tipo de software implicaron también la extracción de información sensible. La Autoritat Catalana de Protecció de Dades advierte, además, que el 60% de las brechas en entidades públicas se deben a errores humanos, lo que refuerza la necesidad de reforzar la formación en ciberseguridad.