Los Mossos d’Esquadra han desmantelado una red de pederastia que operaba desde Barcelona, encabezada por un electricista de 45 años. El acusado está en prisión preventiva tras ser imputado por múltiples delitos sexuales, entre ellos la agresión a una menor de 12 años bajo tutela pública. Los hechos se cometían en un piso de Ciutat Vella, acondicionado para grabar los abusos mediante cámaras ocultas.
11 víctimas y 250 grabaciones
La investigación, que ha durado varios años, destapó la existencia de más de 250 grabaciones que documentan agresiones sexuales cometidas por el detenido y otros cómplices. En las imágenes, que abarcan el período entre 2016 y 2022, se ha identificado a 11 víctimas, aunque podrían ser muchas más. También han sido reconocidos al menos 13 hombres que participaron en los actos delictivos.
Menores vulnerables
Según la policía, las víctimas eran en su mayoría menores en situación de vulnerabilidad. El acusado y su red las captaban ofreciéndoles dinero, sustancias o regalos, aprovechando su fragilidad emocional y económica. Además de los abusos, el acusado gestionaba encuentros con otros agresores y se beneficiaba económicamente de la explotación de las menores.
Uno de los casos más alarmantes es el de una adolescente de 15 años, que fue autorizada a vivir con un hombre diez años mayor, lo cual ha levantado serias dudas sobre los protocolos de protección de menores por parte de las autoridades competentes. Este episodio ha desencadenado críticas hacia la actuación de la administración catalana.
El caso se tramita en el Juzgado de Instrucción número 6 de Barcelona y ha sido dividido en tres causas judiciales. El juicio principal está previsto para la primavera de 2026. La Fiscalía solicita 107 años de prisión para el principal acusado, mientras el caso ha generado una oleada de indignación y un llamado a reforzar la protección institucional de los menores tutelados.