Unanimidad en el Senado. Un hecho muy poco común en la política americana propiciado por una de las promesas de campaña de Donald Trump. En una votación 100 a 0, la Cámara Baja de los Estados Unidos ha aprobado la No Tax on Tips Act, que elimina de un bandazo los impuestos cargados sobre propinas para trabajadores del sector servicios; camareros y repartidores principalmente, incrementando en consecuencia el poder adquisitivo de las rentas bajas del país y desescalando el infierno fiscal derivado de las políticas inflacionarias de Biden.
La iniciativa se impulsó legislativamente de la mano de Ted Cruz, cumpliendo una promesa clave de la campaña de Trump que alivia notablemente la carga impositiva de los trabajadores de un sector a menudo precarizado en América.
Los concretos son los siguientes: la ley permite una deducción fiscal de hasta 25.000 dólares en propinas, tanto en efectivo como con otros medios de pago. La medida supone un impacto directo y notorio en las familias trabajadoras, que habían visto afectado su poder adquisitivo y cotas de bienestar tras años de inflación al alza e incerteza fiscal. Los datos hablan por si solos; los primeros legisladores demócratas en abrazar la ley por su impacto en la renta de los ciudadanos representan a los estados menos afortunados o con empleos más precarizados del país.
El compromiso estadounidense contrasta severamente con la voracidad recaptatoria europea, en especial si miramos al sur de la Unión, donde la carga impositiva da cada vez menos respiros a las clases más desfavorecidas. La presión fiscal en España ha crecido en casi 4 puntos porcentuales respecto el PIB desde 2018. La no deflactación del IRPF ha provocado que muchos trabajadores suban su tramo tributario sin estar generando más ingresos, dicho de otra manera, al no adaptar los tramos de IRPF -que se calcula en base a los ingresos- a la inflación, el porcentaje de impuestos a pagar ha aumentado sin que el poder adquisitivo real de los afectados creciera realmente. El IVA, por su parte, ha añadido de media unos 150 euros al año en impuestos a las clases bajas. Quizás podríamos aprender un par de cosas al otro lado del charco.