Yolanda Díaz no está contenta, al menos en apariencia. La ministra de Trabajo, vicepresidenta segunda y líder de Sumar se ha pronunciado con contundencia ante el escándalo referente a las presuntas cloacas del PSOE, la magnitud del cual se ha vuelto ya imposible de obviar -por mucho que así lo deseara Díaz-.
La vicepresidenta, que inicialmente parecía que iba a mantener un perfil bajo -seáse el suyo- ante las primeras acusaciones contra Santos Cerdán -número tres del PSOE- y su entorno más directo, ha roto sorpresivamente su silencio exigiendo a Sánchez y los socialistas “máxima contundencia” y una “depuración de responsabilidades”. ¿Responde esto a una conciencia recién descubierta? ¿O se está preparando la flamante líder progre para una inminente campaña electoral? Mientras la presión crece y la sangre empieza a llegar al río, Díaz se ha atrevido incluso a defender la labor de la UCO, subrayando que cualquier intento de desacreditar a las fuerzas de seguridad es intolerable. “Si los audios son ciertos, el PSOE debe actuar con firmeza y sin titubeos”. Así ha emplazado a su vez la necesidad de iniciar una «regeneración democrática» en España.
👱🏻♀️🗣️🌹📲 Yolanda Díaz ha calificado como "gravísimos" los audios de la militante socialista Leire Díez contra un jefe de la UCO de la Guardia Civil y ha instado al PSOE a tomar "medidas contundentes" https://t.co/xT2A8Geq3t
— Diariocrítico (@diariocritico) May 29, 2025
El escándalo no solo ha tensionado las relaciones dentro del Gobierno, sino que ha dado munición a la oposición, con el PP y Vox exigiendo responsabilidades inmediatas. Por su parte, el PSOE intenta minimizar el impacto, asegurando, a pesar de las numerosas pruebas que lo desmienten, que Leire Díez poco tiene que ver con el aparato del partido, restando importancia al asunto y achacando el ruido a los bulos de la extrema derecha. Todo muy normal.
La crisis llega en el momento de mayor fragilidad para el Ejecutivo, arrastrando un desgaste notorio y un clima político ya de por si muy polarizado. Díaz es consciente de las implicaciones, y ha reiterado su compromiso con la transparencia a la par que da un toque a su socio de coalición. ¿Está el escándalo destinado a acabr de erosionar aún más la frágil alianza que sostiene al Ejecutivo? Quizás toca ir planteándose el voto.