A partir de ahora, las faltas de ortografía en las pruebas de Selectividad en Cataluña solo restarán puntos en las asignaturas de lengua. En el resto de materias, aunque el estudiante escriba con errores gramaticales o de puntuación, su nota no se verá afectada. Así lo ha decidido el Departament d’Universitats de la Generalitat, con la voluntad acabar con “los criterios dispares que se aplicaban hasta ahora entre correctores y materias”.
Solo en lengua
Según el nuevo planteamiento, solo en Lengua Catalana, Castellano y Lengua Extranjera se penalizarán las incorrecciones lingüísticas. En el resto de asignaturas, aunque se mantendrá la recomendación de escribir correctamente, los errores no tendrán consecuencias en la calificación. La medida entra en vigor este mismo junio.
Pero detrás de esta intención razonable hay una renuncia preocupante: aceptar que escribir con corrección no es una competencia transversal, sino algo que solo importa cuando se examina en asignaturas lingüísticas. Con este cambio, se envía un mensaje contradictorio: dominar la lengua escrita no es indispensable para expresar conocimientos en Historia, Biología o Filosofía.
Desvalorización
Nadie discute que la Selectividad es una prueba exigente y que conviene homogeneizar criterios. Pero si el resultado es rebajar el estándar de expresión escrita para evitar conflictos, se corre el riesgo de desvalorizar una competencia básica. Porque escribir bien no es solo una cuestión académica, sino una herramienta clave para desenvolverse en cualquier ámbito profesional y social.