Una característica, muy inquietante, del tipo de gobierno que ejerce Pedro Sánchez es su ansia por colonizar instituciones y empresas. Colonizar significa colocar al frente de todos los sitios a personas cuya primera virtud es la lealtad al Presidente. Pueden tener o no carnet del PSOE, pueden ser o no competentes técnicamente… lo que importa es la lealtad, es decir, la asunción fiel de lo que necesita Sánchez para mantenerse en el poder. Ésa es la condición principal y por eso no hay lugar para personas independientes y mucho menos para pactos con la oposición.
Esta ansia colonizadora se ejerce a todos los niveles:
*en órganos constitucionales: Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, Fiscalía General, Tribunal de Cuentas…
*en organismos públicos: RTVE, CSIC, FNMT, CIS, Agencia EFE, Loterías, Patrimonio Nacional…
*en empresas públicas: RENFE, ADIF, Correos, Puertos, Navantia, Ineco, Tragsa, Mercasa, Paradores, Hispasat, Enresa, Enusa…
*en empresas participadas: AENA, RED ELÉCTRICA, ENAGÁS, TELEFÓNICA…
*en Embajadas cubiertas por políticos: ONU, UNESCO, OCDE, OEA, Vaticano.
Todo esto es legal pero no es lo que una democracia necesita.
El Banco de España estaba a salvo
El BOE del 31 de mayo de 2018 publicó el nombramiento de Pablo Hernández de Cos como Gobernador del Banco de España (mandato de 6 años). Fue la última decisión de Mariano Rajoy. Sólo 48 horas después, el BOE del 2 de junio publicaba el nombramiento de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno.
Rajoy no rebuscó entre los afines al PP. Hernández de Cos era un hombre del Banco, de perfil apolítico y totalmente técnico. Dirigió el Banco de España con solvencia hasta el 11 de junio de 2024. Y lo hizo continuando una historia de prestigio, basado en la competencia técnica del Banco y en su independencia del poder político. Tiró de las orejas al Gobierno censurando sus decisiones de política económica cuando había que hacerlo. Y por eso los Informes del Banco y las comparecencias y recomendaciones del Gobernador contenían orientaciones valiosísimas para el conjunto del país.
Pedro Sánchez ha roto esta historia
Cuando terminó el mandato de Hernández de Cos, Sánchez vio la oportunidad de incorporar al Banco de España a su lista de instituciones colonizadas. Ya estaba bien de aguantar en el corazón del sistema financiero opiniones críticas hacia su Gobierno. Era necesario meter ahí a una persona leal. Y, pese a la extraordinaria importancia del Banco y a su proyección europea, no le tembló el pulso.
Y así, el 6 de septiembre de 2024, nombró Gobernador del Banco de España a José Luis Escrivá. No era un afiliado al PSOE, pero era un hombre leal al Presidente. Había sido su Ministro de Seguridad Social desde enero de 2020 a noviembre de 2023, y su Ministro de Transformación Digital y Función Pública desde noviembre de 2023 a septiembre de 2024. Un hombre así le facilitaría la vida.
La trayectoria de Escrivá no era la adecuada para ser Gobernador del Banco de España. Fijémonos sólo en un detalle. El gasto en pensiones (205.000 M en 2024) supone el 28,4% del gasto público total. La sostenibilidad del sistema es el factor más crítico de nuestras cuentas públicas. Las cotizaciones son elevadísimas y aún así el sistema necesita una inyección del Estado que en 2024 fue 42.000 M. Como Ministro de Seguridad Social, Escrivá diseñó una reforma de las pensiones basada únicamente en el incremento de las cotizaciones. A él le parece que hizo un buen trabajo. Muchos opinan que es un bodrio. Siendo Escrivá Gobernador, ¿cómo puede ser neutral el Banco de España al opinar sobre este tema?
La cosa es tan evidente que hasta el propio diario EL PAÍS, de lealtad probada a Sánchez, juzgó a Escrivá como “capacitado pero inadecuado… sin acuerdo con la oposición, en una política de nombramientos que casa mal con sus afanes regeneradores”. (Editorial del 05.09.2024). Clarísimo.
Otro detalle: era una costumbre arraigada que el Gobernador fuese nombrado por el Gobierno y el Subgobernador por la oposición. Pero esto no ha sido así ahora. Sánchez ha intensificado su cesarismo y ha nombrado Subgobernadora a Soledad Núñez Ramos, afín al PSOE (fue Directora General del Tesoro, con Zapatero, desde 2005 a 2011). Busca lealtad total.
Pedro Sánchez no se ha equivocado: Escrivá le facilita la vida
Tras nombrar a Escrivá, ha habido cambios en el Consejo de Administración del Banco y se ha realizado una profunda re-estructuración directiva. Hay un baile de cargos interno. Y ha venido de fuera gente de la absoluta confianza de Escrivá, como Mayte Ledo, nombrada Directora General de Estrategia (antes Secretaría de Estado con Escrivá ministro) y Eva Valle, nombrada Directora General de Relaciones Institucionales. Todo esto puede ser calificado como normal cuando entra un nuevo Gobernador.
Pero lo que no es normal es lo que ha pasado con la Dirección General de Economía (donde se inserta el Servicio de Estudios), cuyo número 1 es Ángel Gavilán.
La elaboración del Informe Anual, trabajo estrella del Servicio de Estudios, ha estado salpicada este año por una serie de incidencias sin precedentes. Escrivá ha ejercido una gran presión sobre el Servicio de Estudios forzando numerosos cambios en el borrador para no incomodar al Gobierno:
a) se suprimen recomendaciones sobre el plan fiscal para el gasto en defensa;
b) se suprimen recomendaciones en materia de pensiones;
c) se suprimen recomendaciones en materia de vivienda (el borrador rechazaba el control de precios del alquiler)
d) se re-elaboran otras partes del Informe relativas al mercado laboral (temporalidad, reducción de jornada, salario mínimo).
A raíz de este triste episodio, Ángel Gavilán ha abandonado el Banco, y su número 2, Carlos Thomas, ha pasado a otra Dirección. Escrivá ha aprovechado para laminar la Dirección General de Economía, que ha pasado de tener 400 empleados a tener 100. ¿Qué quedará del antaño ilustre Servicio de Estudios?
El nombramiento del nuevo director de Economía está pendiente. Obviamente, será una persona mucho más asequible.
Escrivá ha llegado a decir que el Banco de España carece de la competencia técnica necesaria para opinar en el tema de las pensiones. Inaudito.
También ha dicho que la misión del Banco no debe ser opinar sobre las políticas del Gobierno sino asesorarle de forma previa. Clarísimo.
En conclusión: otro trofeo más, éste de altísimo calibre, que entra en la colección de Pedro Sánchez.