El Partido Popular ha concentrado a más de 100.000 personas en la Plaza de España de Madrid bajo el lema “Mafia o democracia”, una alusión directa a las corruptelas que acechan al Gobierno de España y su entorno.
El primero en intervenir ha sido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien, actuando como telonero, ha arengado a las masas: “Hay que desalojar a la mafia”, ha repetido una y otra vez. “Esta es una concentración de personas que no se resignan y quieren recuperar la democracia”.
«Menos besos y más libertad»
Al alcalde le ha seguido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien fue, con diferencia, la oradora más vitoreada. La dirigente popular afirmó que “cuando la democracia popular suplanta a la democracia liberal, se entra en dictadura”. Además, aprovechó la manifestación para puntualizar que “la senda de España no puede ser la dictadura de las minorías y los resentidos”. Con el objetivo de desdibujar el supuesto odio hacia las lenguas regionales que le atribuyen socialistas y nacionalistas, subrayó: “En Madrid no hay maketos, forasteros o charnegos; en Madrid hay madrileños de Cataluña, de Andalucía o de Argentina”.
Para describir el contexto actual, Ayuso optó por una frase lapidaria: “Normalizan el crimen y criminalizan la vida normal”. Una capacidad de síntesis que cautivó a los asistentes. Ya en la parte final de su intervención, animó a restituir “la España del pundonor que respeta la verdad”. Toda una declaración de intenciones, en la que también mostró su apoyo a Núñez Feijóo, lanzando un dardo envenenado a la ministra de Sanidad, Mónica García, tras el reciente incidente: “Menos besos y más respeto por la libertad”.
Derribar muros
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, cerró el ciclo de intervenciones arropado por todos los presidentes autonómicos del partido y los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy y José María Aznar. Feijóo declaró que “esto va de decencia democrática, va de defender España”, e insistió en la necesidad de “una nación sin muros” y de que “la responsabilidad de reconstruir el Estado es de todos”. “Que nadie os diga que luchar por una causa noble no sirve de nada”, proclamó, entre cánticos de “¡Pedro Sánchez dimisión!”.
PSOE y afines
Este golpe de efecto de los populares no ha sentado nada bien en Moncloa. El propio Óscar Puente minimizó la convocatoria al declarar que reunir a 100.000 personas en la Plaza de España significa “un gatillazo antológico […]. La realidad es que la mafia ha demostrado un escaso poder de convocatoria”. Periodistas afines al socialismo, como Antonio Maestre, también se manifestaron en contra del PP, acusándolo de “mentir” con la cifra de asistentes.
