Elon Musk se resiste a mantenerse lejos de los focos. Tras la polémica derivada de la escalada de hostilidades entre él y el presidente Trump, que finalizó -a medias- con una discupa pública del magnate, el sudafricano ha vuelto a captar la atención global con un avance definitivo en la IA y la conducción autónoma. Tesla ya tiene vehículos operando las 24 horas del día con conductores a bordo que, en muchos casos, no intervienen en absoluto durante la conducción. El Full Self-Driving está mucho más cerca de lo que imaginábamos.
🚨 Elon Musk on Grok 3.5:
— DogeDesigner (@cb_doge) June 12, 2025
"With Grok 3.5, that is about to be released, it's trying to reason from first principles. The focus of Grok 3.5 is to find the fundamentals of physics and applying physics tools across all lines of reasoning and to aspire to truth with minimal error.… pic.twitter.com/J30JWa1VSZ
Tesla lleva años perfeccionando su sistema con el objetivo de ganar la carrera tecnológica del siglo, pero la conducción autónoma total aún no ha recibido aprobación regulatoria ni en Estados Unidos ni, por supesto, en Europa (aquí a ver si hay suerte de cara al 2100). Musk tira aquí de un matiz -más bien subterfugio- para acelerar las cosas: los coches siguen teniendo conductores humanos, pero el nivel de intervención manual es “potencialmente nulo”.
El anuncio es, como todo lo que hace Musk -al menos en relación a las empresas-, estratégico. Tesla tiene competidores en la dominación de la movilidad autónoma. Esto coloca a la empresa del magnate -en horas bajas tras su implicación extrema con el Gobierno Trump- en la delantera. ¿El resultado esperado? Un repunte sustancial de las acciones.
La declaración es a su vez un cambio de paradigma: no se trata ya de “si” llegará la conducción autónoma, sino de “cuándo” y bajo qué condiciones legales se permitirá su despliegue masivo. El camino por un vía sin conductores aún tiene obstáculos por delante –en especial en países dados a la hiperregulación-. Musk se coloca con esto de nuevo en el centro del debate económico global, iniciando así quizás una vuelta de su perfil a temas pristinamente empresariales.
