El caso Koldo sigue enredándose. De acuerdo con las informaciones publicadas por El Español, Koldo García, exasesor de Ábalos y portero del reino, tiene en su disposición conversaciones clave, grabadas no solo mientras estaba en el núcleo del poder socialista, sino también con posterioridad a su detención y subsecuente investigación en febrero de 2024. Las grabaciones que conserva, de acuerdo con el propio empresario, contienen información para acabar de nutrir el seísmo político que viene desarrollándose en el corazón del PSOE y el Gobierno sanchista.
🔴 #Koldo reconoce haber dejado los audios para que los encontrara la #UCO.
— Radio Libertad (@RadioLibertadES) June 11, 2025
🎙️ @ldpsincomplejos: “El registro en la casa de #Koldo fue pactado”. pic.twitter.com/WKkGuZaQu8
Entre los presuntos implicados más destacados en los audios estarían Santos Cerdán, número tres del PSOE y ya exsecretario de Organización; Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial; y Rafael Pérez, hasta hace poco secretario de Estado de Interior. Todos ellos mantuvieron conversaciones con Koldo que, tras la oportuna aparición de las correspondientes grabaciones en instancias de la UCO -alguien está enfadado- ahora están bajo el escrutinio de la Guardia Civil y contendrían pruebas de corrupción, reparto de comisiones y favores políticos.
Los audios revelan, entre otras cosas, presunras negociaciones de Cerdán con Puigdemont y Bildu, detalles sobre pagos de 550.000 euros a Ábalos, y conexiones entre contratos públicos amañados y empresarios afines. Que se sepa -de momento-, Koldo cobraba una nómina mensual de 2.600 euros de una constructora beneficiada por adjudicaciones irregulares en Canarias.
Las grabaciones eran el «seguro de vida» particular de Koldo, quién, tras la constatación del abandono del aparato socialista, las habría dejado a disposición de la Guardia Civil para presionar al PSOE en posibles negociaciones -imaginen qué más puede llegar a tener-. El arsenal de audios incluye también conversaciones en las que se advierte de posibles pinchazos telefónicos, con información supuestamente procedente del propio Ministerio del Interior. Dicho de otra manera, chivatazos por parte de a estructura de Gobierno hacía los propios investigados. Un completo de manual.
Antonio Olivera y Rafael Pérez han dimitido recientemente, confirmando las ramificaciones de este escándalo. Koldo ya no representa una simple trama de comisiones; se ha convertido en el centro de gravedad de una guerra fraticida en el PSOE, basada en la supervivencia y el mantenimiento del relato, cada vez más complicado.
