La sentencia de la Corte Suprema en United States v. Skrmetti, emitida el 18 de junio de 2025, aborda la constitucionalidad de la ley de Tennessee (SB1), que prohíbe los tratamientos de afirmación de género para menores, incluyendo bloqueadores de pubertad, terapia hormonal y cirugías. Los argumentos de la Corte se basan en la diferencia de las legislaturas estatales en temas médicos controvertidos, especialmente cuando la evidencia científica es limitada o disputada.
El fallo se basó en los riesgos médicos documentados (infertilidad, efectos óseos, falta de datos a largo plazo, irreversibilidad ) para justificar que la prohibición no es arbitraria ni discriminatoria.
Roberts, presidente del TS, subrayó que la ley no impide que los adultos accedan a estos tratamientos, limitando su alcance a la protección de menores, considerados menos capaces de consentir decisiones irreversibles.