Felipe VI y Letizia han desembarcado en Cataluña tras años sin pisar la comunidad. En esta ocasión, con motivo del aniversario fundacional del monasterio de Montserrat, los monarcas han regresado a la región desfilando por tierra sagrada.
Indignación
Desde el entorno secesionista se ha intentado responder a esta visita —del todo inesperada y, por primera vez en más de una década, recibida con absoluta normalidad institucional— con protestas aisladas.
Lluís Llach, líder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), ha declarado a las puertas del monasterio: “Si España quiere a este Rey, que se lo queden. Cataluña no quiere reyes”. El cantante reconvertido en político ha aprovechado para denunciar la “represión” que, a su juicio, ejerce el gobierno de Salvador Illa sobre los movimientos independentistas.
Violencia
Ante el intento de boicot de un grupo de radicales de la ANC, que se acercaron al paso de la comitiva real, los Mossos d’Esquadra han realizado una carga ligera para disolver a los manifestantes.
AC
Más contundente ha sido la reacción de Aliança Catalana, que ha emitido un comunicado afirmando que “el Rey de España es completamente indigno para pisar el santuario de la catalanidad cristiana”.
Mudos
Pese a ello, ni Junts ni Esquerra Republicana han respaldado públicamente las protestas de la ANC, ni han repudiado, al menos por ahora, la visita de Su Majestad.