El Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal para penalizar las terapias de conversión. A propuesta del Partido Socialista, y argumentando “que nuestro país ha avanzado de manera decisiva en ampliar los derechos del colectivo LGTBI”, se ha añadido un artículo 173.bis a la Ley. En esta reforma del Código Penal, concretamente en su punto primero, se establece que “será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años, el que aplique o practique sobre una persona actos, métodos, programas, técnicas o procedimientos de aversión o conversión, ya sean psicológicos, físicos, farmacológicos o de cualquier otra naturaleza”.
Retirar la patria potestad
Bajo el pretexto de salvaguardar “su orientación sexual, su identidad sexual o su expresión de género”, la nueva configuración legal impedirá que, por ejemplo, los menores que pretendan transicionar reciban asistencia psicológica. A ello se suma que, según el punto tercero de esta reforma, los progenitores que busquen soporte psicológico para sus hijos podrían perder la patria potestad.
Así se indica en la proposición que los socialistas han presentado a la Cámara: “En las mismas penas incurrirán [de seis meses a dos años de cárcel] los tutores de una persona menor de edad que, con conocimiento de su finalidad, consientan o promuevan, favorezcan la perpetuación de los delitos comprendidos en este artículo […]. En estos casos, cuando el juez o tribunal lo estime adecuado al interés del menor, podrá imponer además la pena de inhabilitación para el ejercicio del derecho de patria potestad hasta cinco años”.
Femenismo radical
Esta propuesta socialista, apoyada por el PP, Sumar y los nacionalistas, ha generado un enorme malestar en el feminismo radical, desde cuyo tejido asociativo se denunció de inmediato la situación.
“Ayer se aprobó propuesta del PSOE que retirará la patria potestad a madres y padres que elijan la prudencia y el acompañamiento psicológico en lugar de aceptar la hormonación de sus hijas/os autodenominaos trans”, expresaron desde AMANDA, un grupo de apoyo de padres con hijos trans o no binarios. Aún más beligerante fue la respuesta de la asociación Contra Borrado: “Si tu hija/o amanece un día diciendo que es un chico/a, o ‘no binaria’, y que quiere hormonales y destrozarse la vida, solo podrás afirmar su autodiagnóstico”.
Suiza
Existen, además, precedentes en otros países que acreditan el atentado que supone contra la integridad física y mental de los menores la supresión de todo respaldo psicológico. Sin ir más lejos, el año pasado, en Suiza, se retiró la custodia a unos progenitores por impedir que su hija iniciara un proceso de hormonación.
Al tener constancia de la situación en su centro educativo, varios profesores impulsaron a la menor a emprender una batalla legal contra sus padres —de la mano de una asociación proqueer financiada con dinero público—, y la trifulca terminó con la joven fuera de su hogar y sus padres perdiendo la patria potestad.
Este caso, ampliamente cubierto por la prensa nacional e internacional, podría ahora convertirse, según advierten las organizaciones feministas, en una afrenta común entre padres e hijos, perdida de antemano por los primeros.
