La Mariola -Lleida- vuelve a ser escenario de una trama criminal con altas dosis de violencia -y rentabilidad-. Una banda criminal organizada se dedica a realquilar pisos ocupados ilegalmente, dando pie a un negocio de extorsión a colectivos vulnerables liderado por «Ivan G.G.», un delincuente reincidente con más de treinta antecedentes.
Detenido este mismo mes de junio tras una brutal agresión a agentes policiales, Ivan ha sido ahora vinculado a una organización que se lucra con el alquiler fraudulento de viviendas ocupadas, muchas de ellas propiedad de grandes tenedores o fondos fuera de Catalunya. Las víctimas: personas inmigrantes, sin papeles ni opciones en el mercado legal de la vivienda, a quienes les prometen un techo a cambio de adelantos y cuotas mensuales.
Lo que empieza como un “acuerdo verbal” termina en extorsión continuada; si no pagan más, los inquilinos son amenazados, agredidos y expulsados con extrema violencia. El arsenal del grupo incluye machetes, bates de béisbol y barras de hierro. En muchos casos, les vacían las casas, roban electrodomésticos y pertenencias, y dejan a las familias en la calle.
Esta semana se ha detenido a cuatro adultos y un menor implicados. Las víctimas, tras superar el miedo y con ayuda de intérpretes, ampliaron sus denuncias. La policía sospecha que hay muchos más casos sin denunciar por miedo a represalias.