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Mateu Hernández: «Detrás de los cruceros está la conectividad aérea, que hace a Barcelona más competitiva globalmente»

Director general de los consorcios público-privados Visit Barcelona / Turisme de Barcelona, Mateu Hernández es experto en desarrollo urbano y económico

Mateu Hernández, director general de Turisme Barcelona.
Mateu Hernández, director general de Turisme Barcelona.

Director general de los consorcios público-privados Visit Barcelona / Turisme de Barcelona, Mateu Hernández es experto en desarrollo urbano y económico. También desarrolla diversos ámbitos de gestión en organizaciones públicas y privadas dedicadas a las ciudades, la economía del visitante y la creatividad, como la Smart City World Expo and Congress, en la que es secretario del Consejo Asesor Internacional. Fue el primer director general de Barcelona Global, con la misión de convertir Barcelona en una de las mejores ciudades del mundo para el talento y la actividad económica. Ha sido director internacional de la Casa Batlló Gaudí, Patrimonio Mundial de la Humanidad de Barcelona. De 1999 a 2011, trabajó en el Ajuntament de Barcelona como director de desarrollo económico y de su agencia de desarrollo local, Barcelona Activa. Ha sido asesor ciudades como Nueva York, Oslo, Turín y Londres. 

Usted ha dicho que, después la pandemia, Barcelona ya sabe lo que quiere. Explíquenoslo. 

Barcelona es una ciudad muy diversa económicamente. Con industria, logística, puerto, aeropuerto, servicios avanzados, inversión internacional… Sobre el turismo, tenemos claro que debe ser una palanca para seguir transformando la ciudad. Y tiene mucho que decir.

¿Por ejemplo? 

Que los barrios con más presión turística sigan siendo habitables. Proteger la convivencia sin renunciar al dinamismo. Necesitamos un mejor turismo, que valore nuestra identidad, nuestro comercio, nuestra cultura y que no nos “turistifique” generando un comercio homogéneo, de bajo valor añadido, sin sentido para una ciudad como Barcelona.

Según el consultor Marco Véramo, intentar traer menos turistas que gasten más, puede acabar con el turismo.

Lo que es muy importante es definir qué es exactamente turismo de calidad. Para nosotros, es el que viene con un propósito. Puede ser ver exposiciones, ver nuestra arquitectura, o ir a un restaurante. Vienen para esta actividad y se quedan por el resto de la oferta. 

Pueden venir a la Fundació Miró o el Museu Picasso, sin muchos recursos…

Puede ser un turista joven, sin recursos, que duerma en un albergue, en casa de amigos o familiares, o un turista que se hospede en un hotel de cinco estrellas, de gran lujo. Ambos son turismo de calidad. El que viene para disfrutar del Sónar, la Primavera Sound o una exposición lo es, gaste lo que gaste.

SI hacen las cosas que la ciudad quiere poner en valor… 

Efectivamente. Y eso va vinculado a otro tema. Hoy, hay 152.000 pisos turísticos en Barcelona. Lo que buscamos es que se hospeden en lugares legales. Lo que no puede ser es que se hospeden en lugares no legalizados y que eso haga que los residentes en la ciudad vivan mal. 

¿Eso implicará construir más hoteles de alta calidad?  

Como Turisme de Barcelona, no provocamos estos cambios. Pero constatamos que Barcelona tiene una planta hotelera de extrema calidad, renovada continuamente y, en buena parte, propiedad de empresarios de aquí, que, cuando invierten, van de la mano de emprendedores locales para sus páginas web, el diseño de habitaciones o el mobiliario. Es un ejemplo enorme de internacionalización de nuestra economía. 

¿Existe suficiente oferta de alojamientos más modestos para este target? 

Tenemos hostels de calidad, dirigidos a jóvenes que quieren vivir la experiencia de Barcelona, o a estudiantes en viaje de fin de curso. Entre esta oferta y la de más nivel adquisitivo, Barcelona decidió, hace 10 o 12 años, que no ampliaría más la planta hotelera. Ahora, solo se pueden construir hoteles en la periferia. 

Y el número de turistas ¿se ha estabilizado?

Si, alrededor de los 15 millones de turistas al año.

Si continúa la estabilidad, habrá quien ponga en duda la necesidad de ampliar el aeropuerto 

No se trata de cantidad, sino de calidad y de las conexiones aéreas. Tenemos un aeropuerto tremendamente bien conectado con el resto de Europa. Tenemos conectividad, mejorable, con Estados Unidos. Empieza a haberla con América Latina, y 4 conexiones con China… pero también tenemos la necesidad de más conexiones de larga distancia.

Hablemos de las EGA. o gestión de los barrios con iconos turísticos ¿cuál es la estrategia? 

Se supone que, si va ganando el peso el turismo de alta calidad, disminuirá la afluencia a estos lugares. Pero la afluencia actual ya es enorme, y provoca cambios urbanísticos en los barrios. Las EGA son una iniciativa turística del Ajuntament, para gestionar áreas en masificación, ya sea provocada por visitantes o por locales.

Hay una EGA incluso alrededor del Camp Nou, cuando hay partido…

Si, porque en determinados días de la semana, atrae una afluencia masiva de gente. Hay EGAs tanto en zonas turísticas, como en las que combinan turistas y residentes. Necesitamos instrumentos a medida para estas áreas, y ayudaremos al ayuntamiento en su gestión. 

Los cruceros ¿agravan el conflicto en los barrios?

Nosotros apostamos por una gestión de la movilidad que ayude a gestionar mejor el flujo de los cruceros, y a que vengan cruceros desde más lejos. Detrás de los cruceros hay algo que hace a Barcelona mucho más competitiva: la conectividad aérea, que hace posible que, por ejemplo, medio millón de norteamericanos vengan a Barcelona a descubrir el Mediterráneo.

Generando líneas áreas y vuelos a Estados Unidos 

Gracias a ellos tenemos 14 conexiones aéreas con Estados Unidos, y eso nos diferencia de muchas otras ciudades europeas, que tienen menos conexiones. Es un factor de competitividad para la industria catalana, a tener en cuenta a la hora de valorar los cruceros.

¿Son los cruceros, básicamente, un trampolín para el turismo local?

Son una industria importantísima para Barcelona, no solo para el sector turístico y el puerto, también para la atracción de otras inversiones como las que están viniendo a la ciudad hoy, que tienen un papel directo en la conectividad aérea intercontinental.

Pero dejan poco a los pequeños negocios… tienen sus restaurantes propios y van a por souvenirs

Que compren souvenirs me suena muy bien. Cuanto más y mejores sean, más los comprarán.

¿Se construyen más terminales en el Port para atraer a más cruceristas?

Cuando existe un límite de terminales, como ocurre hoy, nuestra tarea es gestionarlas con aquellos cruceros que la ciudad requiere. Y hoy, lo que pide son cruceros que comiencen su ruta en Barcelona, para que la ciudad sea un puerto básico y un hub de conectividad.

Las nuevas terminales ¿van en esta dirección?

Las terminales que están construyendo las grandes compañías de cruceros en Barcelona están preparadas para el tráfico de maletas y la espera, preparadas para cruceristas que vengan de lejos empezando ruta aquí y de mucha más calidad que un puerto de escala. Es importante para el mercado norteamericano, y empezará a serlo para el mercado asiático.

¿Queremos más asiáticos en Barcelona?

Si, pero, sobre todo, queremos conexiones aéreas en Asia. Y no para atraer más turistas, sino para que la inversión asiática venga a Barcelona. La gran diferencia entre Barcelona y Marsella, que son muy parecidas, con puertos importantes, sin capitalidad de Estado, con un tejido industrial muy relevante, y en una zona turística importante, seguramente se encuentra en que Barcelona es un puerto de cruceros y Marsella no. 

Y Marsella no tiene la conectividad aérea de Barcelona… 

Y eso también diferencia mucho a Barcelona por el tipo de inversiones internacionales que está recibiendo. Además del turismo, que es un motor de primera línea, hablamos de congresos, negocios, economía, conocimiento, tecnología, que también viene de Asia. Todo ello tiene unos altos requerimientos de calidad en hospedaje, restauración, etc. 

¿Qué oportunidades brinda esto a la empresa local ? 

“This is Barcelona” pone en valor la oferta local, el restaurante y el museo de aquí, el comercio, la identidad de nuestra artesanía, nuestra moda, nuestro diseño, el factor diferencial. Para que los miles de turistas que nos visitan cada día salgan de Barcelona habiendo comprado nuestro producto, especialmente el de las PIMES, el comercio de barrio, el tejido de la pequeña y mediana empresa en Barcelona y en Cataluña, que nos hace muy singulares.

¿Qué novedades tendremos en los próximos años? 

El año que viene tendremos el Tour de Francia, otra oportunidad para poner a los ojos del mundo Barcelona como una ciudad sostenible que ama la bicicleta como elemento de movilidad cotidiana. Finalizaremos la Torre de Jesús, que será el museo de la Sagrada Familia, icono global y elemento clave para el mercado asiático. Y Barcelona será la capital mundial de la arquitectura, mundial de la arquitectura: vendrán los mejores arquitectos del mundo, para poner en valor no solo el pasado, el modernismo, el gótico o el románico, diríamos, sino poner en valor la potencia arquitectónica de nuestros arquitectos hoy.

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