El presidente del grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Barcelona, Gonzalo de Oro, defenderá en el próximo pleno municipal que se celebra este viernes, la necesidad urgente de «garantizar el acceso a una vivienda digna» en la capital catalana. Y es que De Oro ha denunciado que Barcelona vuelve a ser una ciudad «de chabolas». «Ha vuelto la Barcelona de las chabolas, que desapareció en 1992 con las Olimpiadas», ha asegurado el concejal de VOX.
Ante esta situación, VOX exigirá al alcalde Jaume Collboni, «el desalojo de los asentamientos ilegales y la puesta en marcha de un plan integral de vivienda que ponga la prioridad en las familias trabajadoras barcelonesas».
En opinión de Gonzalo de Oro, las políticas de vivienda implementadas por los gobiernos municipales de izquierdas y, en particular, las impulsadas por Ada Colau, han fracasado: «Hoy vemos tiendas de campaña instaladas en plena vía pública como única respuesta institucional a la falta de vivienda. No podemos permitir esta degradación. Nosotros no queremos ni chabolas ni okupas. Queremos una ciudad segura, limpia y digna».
Fiesta del Cordero
VOX, por otro lado, llevará al pleno una moción para impedir la cesión de espacio público municipal para celebraciones religiosas que no formen parte de la tradición catalana ni española, haciendo referencia concreta a la reciente fiesta del Cordero. Según De Oro, el Ayuntamiento debe dejar de poner recursos públicos al servicio de «celebraciones ajenas a nuestra cultura» y centrarse en promover las tradiciones propias de la ciudad.
En el mismo pleno, VOX presentará una petición de transparencia sobre los gastos del alcalde Jaume Collboni en sus viajes al extranjero. De Oro ha cuestionado el uso de recursos públicos para asistir a celebraciones como el Orgullo en Hungría, y ha criticado el despilfarro en prioridades que no solucionan los problemas mucho más urgentes que tienen los barceloneses.
De Oro, finalmente, ha lamentado el balance arrojado por la celebración de la última verbena de Sant Joan. Aunque ha reconocido que los datos han mejorado con respecto a años anteriores, ha lamentado que esa noche se saldase con 33 detenidos, varios traslados hospitalarios y un herido grave, algo que, a su juicio, «no debe normalizarse» y que ha achacado a «la degradación progresiva de la seguridad en Barcelona«.
