Yolanda Díaz y Ernest Urtasun viajan hoy a Budapest con el objetivo de apoyar al colectivo LGTBIQ+ húngaro, tras la prohibición de Viktor Orbán del Budapestpride. El primer ministro de Hungría impulsó una normativa que prohíbe cualquier manifestación pública que promueva la homosexualidad o la identidad de género ante menores de edad. Como respuesta, la ministra de Cultura ha señalado que «allá donde haya un ataque o un retroceso en materia de derechos, van a encontrar a Sumar y van a encontrar al Gobierno de España».
Otras personalidades
A la manifestación convocada por la sociedad civil húngara también acudirá Unidas Podemos, desplazándose hasta el corazón de Europa la eurodiputada Irene Montero, y, entre otros, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.
Ana Redondo, ministra de Igualdad —también socialista—, en cambio, no podrá estar, ya que su vuelo a Budapest fue cancelado. Sin embargo, ha subrayado desde el aeropuerto Adolfo Suárez que «no vamos a permitir ni medio paso atrás en derechos”.
Prioridades
Las declaraciones de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo no han sentado nada bien a buena parte de la sociedad española. Mientras en Cádiz se suceden manifestaciones sin precedentes de los astilleros, Díaz ha decidido ponerse de perfil y desatender sus demandas.
Nada importa las condiciones laborales de un sector industrial clave en nuestro país, ni los disturbios ni la histórica huelga que los obreros del metal emprendieron el 23 de junio. La prioridad para SUMAR es la defensa de la causa LGTBIQ+ en Hungría, una causa nada desdeñable, pero ajena a su unidad de intervención.
Una causa sobre la que solo pesa una respuesta simbólica. No sería de extrañar que esta declaración de prioridades conlleve otra sonora pitada a Díaz cuando visite en el futuro la capital gaditana.