El Ministerio de Economía acaba de publicar los datos de la inversión extranjera en España en el primer trimestre de este año 2025. Son preocupantes.
La inversión bruta en el primer trimestre de 2025 ha sido 4.067 M. Esto supone una caída del 45% frente a la inversión en el mismo período de 2024 (en el que fue 7.439 M).
Tradicionalmente, la inversión extranjera en el primer trimestre es baja, comparada con lo que pasa en el resto del año. Pero lo cierto es que, excluyendo los años de la pandemia (2020 y 2021), la media de inversión extranjera en el primer trimestre, entre 2017 y 2024, es de 8.093 M. Los 4.067 M del primer trimestre de 2025 suponen una caída brutal.
Como es habitual, la Comunidad que más inversión extranjera recibió es la de Madrid. Recibió 2.726 M, el 67% del total. La segunda es Cataluña, que recibió 451 M, el 11% del total. Sobran los comentarios.
Y si nos fijamos en la inversión neta, es decir, inversiones – desinversiones en ese primer trimestre de 2025, la cosa es todavía peor. Las desinversiones han aumentado un 36% hasta alcanzar los 2.024 M. De esta manera, la inversión neta ha caído un 66%, hasta los 2.024 M. Muy mal dato.
¿A qué se debe la caída de la inversión extranjera en España?
1.La causa principal de esta caída radica en la incertidumbre generada en la economía mundial tras la entrada de Trump en la Casa Blanca. Su errática política arancelaria y su imprevisibilidad en todos los órdenes ralentizan los movimientos de capitales. Toca esperar y ver.
Pero, junto a este factor, hay que apuntar otros, muy importantes, imputables exclusivamente a las políticas de nuestro Gobierno de coalición progresista. Veamos.
2.Este Gobierno no ha tenido empacho en inventarse impuestos extraordinarios para castigar a sectores empresariales específicos. Empezó con la tasa Google y la tasa Tobin, de ridícula recaudación pero de efectos perversos. Y siguió con los impuestos a Bancos y Energéticas, con el argumento de que ganan mucho dinero.
El Gobierno actúa así solo por populismo pues Bancos y Energéticas no son vistos con buenos ojos por mucha gente, pero su actitud es impresentable fiscalmente. Y al actuar así extiende el temor de que algo parecido le puede pasar a cualquiera: se ha hablado de impuestos extraordinarios para distribuidoras de alimentación, inmobiliarias… Esto transmite inseguridad y suena fatal en los oídos de los inversores extranjeros.
3.España es el único país de la UE que mantiene un Impuesto sobre el Patrimonio y un Impuesto sobre las Grandes Fortunas. Estos impuestos recaen también sobre las personas físicas extranjeras que tienen propiedades en España, por ejemplo, inmuebles o acciones de sociedades españolas. No se le ocurre a nadie castigar fiscalmente a los extranjeros que invierten en tu país, pero eso es lo que ocurre en España. Y eso es un lastre evidente. Estos impuestos recaudan muy poco, pero ahuyentan la inversión. Se mantienen por puro populismo fiscal. Los demás países de la UE no hacen estas tonterías.
4.Existe una Proposición de Ley del PSOE que pretende gravar por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) la adquisición de inmuebles a particulares por extranjeros extracomunitarios (p.ej. mejicanos, venezolanos, norteamericanos, británicos…) a un tipo del 100% (cien por cien). Así, por ejemplo, la compra de un apartamento por un británico en la Costa del Sol por 300.000 euros le costaría otros 300.000 euros de ITP. Alucinante. Dicen que así protegen el mercado de alquiler asequible.
Puede que esta norma no vea nunca el BOE, pero el mero hecho de que el partido gobernante lo proponga ahuyenta al más valiente. ¿Cómo se les ocurren estas cosas?
5.En los últimos años la inversión empresarial en el mercado inmobiliario español de alquiler de vivienda ha dejado de ser atractiva para los extranjeros (y para los españoles). Ello se debe a tres causas, procedentes todas de la Ley por el Derecho a la Vivienda:
a)no tener la seguridad de poder desahuciar al inquilino vulnerable en caso de impago de la renta o cumplimiento del plazo. Esto es lo más grave.
b)no poder fijar libremente el precio del alquiler: en las zonas de mercado residencial tensionado hay topes fijados por la Comunidad Autónoma. Esto es lo que ocurre en Cataluña y lo que explica que la oferta de alquiler se haya hundido y que grandes inversores inmobiliarios estén abandonando.
c)no poder subir la renta conforme al IPC, sino conforme a un índice aprobado por el Gobierno. Así es imposible planificar los flujos de una inversión.
6.La reciente decisión del Gobierno sobre la OPA BBVA – Sabadell también transmite inseguridad a los inversores. Lo normal, en cualquier otro país de la UE, una vez que la autoridad de competencia (la CNMC) dice que no hay problemas, es dejar la decisión en manos de los accionistas del Sabadell. Aquí el Gobierno esgrime insondables razones de interés general para torpedear la operación.
Es evidente que a muchos catalanes no les gusta que el BBVA se coma al Sabadell. Por eso el Gobierno actúa así. Pero ese argumento tiene difícil defensa en una economía abierta dentro de la UE.
7.No sabemos qué nos puede pasar tras el comportamiento de Sánchez en la cumbre de la OTAN.
El Acuerdo final está firmado por los 32 aliados (incluído Sánchez) y contiene el compromiso de gastar en Defensa el 5% del PIB a partir de 2035, con una revisión en 2029.
Sin embargo, Sánchez (sin mayoría parlamentaria, ni siquiera de Gobierno) se desmarcó del Acuerdo asegurando que España no va a gastar más del 2,1%. Nos hemos quedado solos como el único país disidente entre 32.
Dicen los expertos que, hoy por hoy, Europa, sin EEUU, no dispone de los recursos suficientes para enfrentarse a enemigos poderosos. Por eso, lo vital en esta Cumbre era seguir contando con EEUU (lo que se ha conseguido) y por eso había que plegarse a los deseos de Trump. El 2035 está muy lejos y ya veremos qué pasa en 2029. De lo que se trata es de marcar tendencia e ir gastando más. Que es lo que harán todos, España incluída.
Sánchez sabe esto perfectamente. Si ha optado por dar una campanada (simbólica) es sólo por razones de política interior: vive una situación de extrema fragilidad y cree que su actitud le da votos. Es puro postureo, pero con eso ha conseguido enfrentarse a Trump, dejando a España en solitario a merced de represalias arancelarias. A ver cómo nos defiende la UE.
En materia de inversiones extranjeras, nada bueno puede esperarse cuando un Presidente actúa así.
