Intelectuales al rescate. Un centenar de acérrimos defensores del sanchismo, con destacados nombres dentro de los ámbitos político, «cultural» y sindical ha suscrito hoy un solemne manifiesto en apoyo al presidente Sánchez, y en contra de lo que califican como una “campaña coordinada de acoso” -curiosa forma de referirse a los casos de corrupción- proveniente de “sectores conservadores y reaccionarios” -la oposición y la fuerza más votada del hemiciclo, pero vale-. Llamando a las cosas por su nombre, el texto refleja una visión sesgada, ideologizada y peligrosamente excluyente de la democracia, que identifica la legitimidad política con el poder de un solo partido y descalifica toda crítica como conspiración.
🔴 ÚLTIMA HORA | Almodóvar, Bardem, Rosa Villacastín, Jesús Maraña, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Ana Belén, Miguel Ríos firman un manifiesto en apoyo a Sánchez atacando a jueces, prensa y a la derecha de "conspiración para derribar a un gobierno legítimo" pic.twitter.com/I5FFH2qoZz
— ViOne (@viOnemedia) July 21, 2025
El documento, firmado por exministros socialistas, artistas, músicos e intelectuales afines -y subvencionados- al Gobierno, denuncia lo que considera una “movilización de todos los sectores de poder” para derrocar al Ejecutivo. El lenguaje no escatima en dramatismos, aludiendo a “orgías de noticias falsas”, “actitudes trumpistas” e incluso “agresiones fascistas”. Bingo, oiga. La lista de firmantes incluye a figuras próximas al sanchismo -muchas de ellas con cargos o beneficios institucionales directos o indirectos-, lo que resta aún más credibilidad a su supuesta «defensa ciudadana” de la democracia.
Nosotros contra ellos
En el texto, el pluralismo o el equilibrio de poderes brillan por su ausencia. El manifiesto traza una línea divisoria tajante y cristalina entre los buenos: el Gobierno y sus simpatizantes; y los malos: jueces, periodistas críticos, obispos y votantes ajenos a la izquierda. Toda investigación judicial es sospechosa, toda crítica mediática es propaganda y todo cuestionamiento institucional es una amenaza golpista. Una visión binaria más próxima a la lógica del partido único que al espíritu constitucional del que se abanderan
El manifiesto exige respeto para «un Gobierno democráticamente elegido» mientras niega la legitimidad democrática a los demás poderes del Estado -como el judicial o el legislativo- cuando estos ejercen funciones de control. Una visión mutilada de la democracia que neutraliza los contrapesos y se regodea exclusivamente en el poder ejecutivo -siempre que sea afín, claro-. En ningún momento se alude a la necesidad de asumir responsabilidades políticas por los escándalos que afectan al entorno del PSOE. Al revés, se atribuye toda controversia a una supuesta estrategia de desestabilización, eximiendo al poder de rendir cuentas.
Un apéndice del socialismo
El texto pretende abanderarse de referentes culturales de alto perfil -Almodóvar, Serrat, Ana Belén, Carlos Bardem…- para darse una pátina de legitimidad emocional. Lo único que consigue, pero, es recordarnos que la autoproclamada élite cultural del país supone hoy poco más que un apéndice del Ejecutivo, estrechamente ligada en cuanto a intereses económicos ante la manifiesta incapacidad de este sector a ser solvente sin constantes inyecciones de dinero público. No estamos ante un manifiesto, sino ante una declaración de lealtad, más cercana a una lógica militante que al pensamiento crítico, equiparando la crítica con el golpismo, la disidencia con el odio y la alternancia con la amenaza. Un texto, en definitiva, pobre y profundamente bochornoso.