Podemos parece estar virando su estrategia discursiva, al menos por lo que se refiere al debate sobre la identidad colectiva del Estado. Habiendo capitalizado Sumar el relato de una España plurinacional, la formación morada empieza a flirtear con la izquierda jacobina, de carácter más centralista y un discurso más duro contra los nacionalismos periféricos.
Así lo hemos podido presenciar estos días con las declaraciones de Echenique y Belarra, que no han pasado desapercibidas, especialmente para Junts y ERC. Oriol Junqueras ha afeado en redes sus comentarios respecto el nacionalismo que representa y sus ramificaciones, comparando su beligerancia con aquella que hizo suya Ciutadans en el apogeo de su popularidad política. La comparación ha crispado a su vez a más de uno, llevando a Pablo Iglesias a personarse en el debate -no suele hacerle falta mucha excusa- para paternalizar a los procesistas y recordarles la «gran talla política» que en su día exhibió Unidas Podemos tras la condena de 2019.
Pero ni Rivera, ni Arrimadas, ni tus nuevos socios del PSOE fueron a verte a la cárcel. Nosotros sí. Abrazo https://t.co/qnn642mcDe
— Pablo Iglesias 🔻{R} (@PabloIglesias) July 21, 2025
La chulería de Iglesias ha sentado como una patada al electorado más fiel de los republicanos, que en escasos minutos a convertido su «desafortunada» publicación en un muro de críticas, reproches e insutlos de lo más soez.
Quien entienda la deriva actual de Podemos, por favor que me lo explique, porque yo ya no entiendo nada.
— Miquel Fernandez (@MiquelFernandez) July 21, 2025
Ah, si encara haurem de donar les gràcies de que ens tracteu de racistes per voler tenir competències pròpies de qualsevol estructura d’Estat.
— Jordi Molinera i Poblet 🇵🇸 (@jordimolinera) July 21, 2025
Això no canvia que tots els cossos policials estan plens de racistes, no només els Mossos. Tampoc canvia que la obra de teatre menyspreava la llengua catalana, i tampoc canvia que Podem cada cop està més lluny de Catalunya i més a prop de Ciudadanos.
— Narcís 👀🔪 (@Kdn17) July 21, 2025
“Pero me fui a hacerme una foto contigo y a mendigarte tus votos”
— Mikel I. Sanz 🇵🇲🇪🇺 (@miksama_) July 21, 2025
El tono es, en su conjunto, brutal. Las interacciones nos recuerdan que Iglesias dejó de gozar de simpatía entre los círculos progresistas desde hace mucho tiempo, y que su particiapción en el debate público parece siempre de la misma manera. Las críticas provienen de todos lados; independentistas cabreados y exvotantes consternados, que se lamentan de la deriva que sufrió la formación tras su «prometedor» ascenso. La estrategia, pero se presume evidente. Podemos ya no busca crecer hacía el centro-izquierda con un discruso más conciliador, sino asegurar su supervivencia contentando a nichos muy concretos dentro del espectro ideológico izquierdista. Las pretensiones de incidir en política se han acabado; ahora se trata de aguantar.