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Esta mañana, el Sindicat d’Habitatge Socialista de Catalunya ha impedido con una numerosa concentración el desalojo de Noumma, la vecina de Girona que lleva siete años ocupando un inmueble de titularidad pública y acumula una deuda superior a los 17.000 euros con el consistorio.
CUP
La paradoja es llamativa: en la ciudad de los cuatro ríos gobierna la CUP, con Lluc Salellas al frente. Desde el equipo de gobierno ya señalaron que esta «inquiokupa» tan solo pagaba 200 euros al mes y que aprovechó su situación para especular con vivienda pública, utilizando empadronamientos fraudulentos.
Amy Sabaly, concejala del partido independentista en Girona, advirtió al sindicato que la gestión de vivienda pública requiere “mucha cautela” y añadió que otros vecinos —también residentes en pisos municipales— venían quejándose del comportamiento conflictivo de Noumma.
SHSC
Por su parte, el Sindicat d’Habitatge Socialista acusa a Salellas de estar intentando “criminalizar a la organización”. Paralelamente, denuncian la “derechización” del partido y su legitimación del orden vigente. “Se han convertido en un partido reformista más, han renunciado a un horizonte revolucionario”, lamentaba esta mañana uno de sus portavoces.
La convocatoria ha arrancado a las 9:00 horas y ha reunido a una sesentena de jóvenes del SHSC. No constan, sin embargo, vecinos de la zona entre los concentrados. “Ahora Guanyem Girona —la coalición electoral— tiene otra oportunidad: o acceden a nuestras demandas, o continúan con el desalojo”, han advertido en redes tras frustrar la ejecución del lanzamiento.