La elucubración rufianesca para construir “un frente popular plurinacional” no marcha. Este martes ya informamos en EL LIBERAL del proyecto del portavoz republicano: explorar una coalición entre nacionalistas y los partidos a la izquierda del PSOE.
Ronda de contactos
Al parecer, Gabriel Rufián se encargó de contactar informalmente con representantes del BNG, Bildu, Compromís y Adelante Andalucía.
Sin embargo, más allá de la plausibilidad de llegar a acuerdos con formaciones primo-hermanas, el problema se traslada a Unidas Podemos y Sumar, dos partidos que, además de estar enfrentados, no compran la fórmula electoral del colomense.
UP no lo contempla
El partido que dirige Ione Belarra atraviesa un momento dulce tras resurgir de sus cenizas y no contempla ahora otro escenario que no sea el de presenciar la muerte lenta de Yolanda Díaz y su camarilla.
Podemos, además, no quiere tener que asumir como propia la gestión en el Ejecutivo de los sumaritas, un mandato que describe como “otanista, corrupto y antisocial”. La vicepresidenta del Gobierno, en cambio, sostiene que “hay una emergencia democrática que trasciende siglas”.
ERC y Rufián
Ahora bien, todos son conscientes de que la palabra dada por Rufián tiene poco que ver con la voluntad de su dirección y menos aún con el deseo de la militancia. Para la Ejecutiva Nacional de ERC, el portavoz en el Congreso es ya un juguete roto.
Una herramienta útil para mantenerse —e incluso crecer— en Madrid, pero subversiva en territorio catalán, donde quedó acreditado, en las pasadas elecciones municipales, que su tirón es nulo. De este modo, el anhelo de Rufián parece quedar más cerca de un sueño húmedo del diputado que de una alternativa real a PP y Vox.
