La prensa sigue soltando munición. Los últimos audios publicados en el espacio mediático español -con independencia ya a la adscripción ideológica de los medios- darían a conocer una red de espionaje promocionada por Koldo García en favor de Pedro Sánchez, que se habría dedicado a indagar sobre los secretos de los rivales de nuestro presidente en el proceso de primarias del partido socialista. La operación se habría extendido también a socialistas críticos, con el objetivo de neutralizar voces disidentes dentro del aparato; establecer un hiperliderazgo.
Se trataría de diversos episodios. En 2016, tras la dimisión forzosa de Sánchez, Koldo envió a dos hombres de confianza a una comida para grabar las conversaciones entre los altos cargos del partido. ¿El objetivo? Conocer hasta el último detalle de la agenda antisanchista dentro de la formación, así como su estrategia política. Sánchez acabó ganando las siguientes primarias.
En vísperas de estas mismas primarias, de hecho, celebradas en 2017, Koldo habría mantenido contacto con informantes que asistieron a otra comida de dirigentes. En esas conversaciones, grabadas y ya en poder de la justicia, se hace alusión a “un tal Patxi para algo de dinero”, mientras Koldo añade: “Esto es para mí y para Santi”, en referencia a Santos Cerdán, quien necesita poca presentación a estas alturas.
El caso se extiende desde la presunta corrupción institucional a una nueva dimensión; opacidad y prácticas impúdicas -por decirlo con suavidad- también en el funcionamiento interno del aparato sanchista y su toma y mantenimiento del poder. Los audios revelan una red organizada de espionaje, presión y comportamientos deshonestos para cooptar y afianzar el control total del partido, siempre en disposición de información para callar voces disonantes y destruir cualquier liderazgo alternativo. Sí, nuestro presidente.